hospital virgen de la montaña

Tormenta de ideas para el Hospital Nª Sª  de la Montaña.

OPINIÓNCÁCERES
Comparte en redes sociales

Es habitual en equipos directivos, grupos de trabajo, u otro tipo de reuniones usar la palabreja  “brainstorming”. Es una técnica que tiene como objetivo la recopilación rápida y no filtrada de ideas, pidiendo a los participantes que simplemente lancen sus ideas con relación a algún tema.  Algo parecido viene sucediendo desde que hace varios años estaba previsto el cierre de dicho centro hospitalario, una vez los servicios asistenciales se trasladaran, unos al Hospital San Pedro y otros al nuevo (medio) Hospital Universitario. Insisto en esta idea, como recordatorio a navegantes, pues sólo está construida una primera fase y  de la segunda nada más se supo.

En ese más bien globo sonda, que una auténtica tormenta de ideas, se plantea el traslado y centralización de los de los servicios administrativos de la Diputación Provincial, titular y propietaria de dicho centro. No parecía una buena idea descapitalizar de nuevo el centro de la ciudad antigua, que bastante tuvo con el traslado al campus universitario de algunas facultades. Otras ideas han ido apareciendo a propuesta de distintos colectivos: centro cultural, de ocio, hotel, residencia de ancianos  y  últimamente la oferta de alguna empresa privada para uso sanitario.

Tras su cierre definitivo se han dado dos circunstancias a considerar. Una, la permanencia del PAC (punto de atención continuada) de la Zona centro de Cáceres, al que no se encontró ubicación por parte de los responsables sanitarios, salvo la peregrina idea de ubicarlo en la parte posterior del Hospital San Pedro tras el hospitalicidio cometido con el Materno Infantil. Si mal no recuerdo se presupuestaron las obras por un importe de 120.000 euros. No merece la pena recordar las manifestaciones de algunos dirigentes del SES y Consejería de las bondades de dicha ubicación. ¡Ya me dirán: Urgencias por delante y PAC por atrás!.

Otra, fue coincidente con el primer periodo de la pandemia por la COVID-19. Hubo de reabrirse en parte  y fue un importante recurso sanitario y en gran medida tanatopaliativo. ¡Como el IFEMA de madrileño, decían!

 

Hace algunos meses se creó una comisión o grupo de trabajo en Diputación, que al parecer llevaba diez meses sin reunirse y al que se incorporan, además de representantes de los grupos políticos de la corporación, otros del Ayuntamiento y Junta de Extremadura. Pero antes de plantear esa tormenta de ideas en dicho grupo constituido, nuestro ínclito Consejero de Sanidad y Vicedos, Sr. Vergeles, por el poder que nos otorga el cargo regional, que no provincial, lanza su macroproyecto sanitario para el Hospital: ubicación de los centros de salud de la Zona centro y Plaza de Argel, así como el mantenimiento del tan manido PAC.   Y no cortos a las pocas horas nuestro no menos insigne Presidente, Sr. Fernández Vara, larga la siguiente bomba: traslado de los Conservatorios de música y danza y del Archivo Histórico Provincial. Ante tales propuestas, los archiveros se rebelan, el COM aplaude con matices, los ciudadanos del centro no ponen objeciones, como tampoco los de Plaza de Italia, pero los barrios lejanos como San Blas y Aguas Vivas reclaman las largas distancias a la nueva ubicación de su centro asistencial. No siempre es posible cumplir con el gusto de todos y en este caso  se puede suplir tal déficit con las sabias palabras en prevención cardiológica: “Quien mueve las piernas, mueve el corazón”.

Pero volviendo a ese grupo de trabajo, se me ocurre que no hace falta reunión alguna, el dictamen está hecho. ¡Manda quien manda y punto!. Cuestión aparte será la financiación y ejecución del proyecto. Otros, como esa segunda fase del hospital de Cáceres lleva esperando más de una década. Volveremos a la carga, ahora que se avecinan nuevos presupuestos y hay millones por miles.

Aprovecho, por si acaso llega a tiempo, mi tormenta de ideas. Ante tal macrocentro sanitario no olvide el Sr. Consejero que puestos a reunificar, complete el proyecto con otras unidades desperdigadas por el entorno cómo: Unidad de Salud mental, CEDEX, Inspección médica, Aula de formación, Gerencia de área e incluso CADEX. Ahorraría cuotas de comunidad, rentas y mantenimientos.

Eduardo Corchero Rodríguez. Médico jubilado.


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *