Juan Preciado, Badajoz, 10 de marzo de 2025.- Badajoz se estremece ante un crimen que hiela la sangre. Belén, una educadora social de 35 años, fue asesinada de manera violenta en un piso tutelado de la ciudad, presuntamente a manos de tres menores a los que intentaba guiar hacia un futuro mejor. Lo que debía ser un refugio y una segunda oportunidad para adolescentes en riesgo, se convirtió en el escenario de un homicidio desgarrador que ha conmocionado a toda la región.
Belén Cortés, la educadora social fue golpeada y asfixiada con un cinturón.
La mujer, de 35 años, se encontraba trabajando en una vivienda tutelada por la Junta acompañando a adolescentes que cumplían medidas judiciales. Tras el suceso han sido detenidos una adolescente de 17 años y dos chicos de 15 y 14.
Un asesinato que sacude a la sociedad
Los hechos ocurrieron la pasada noche, cuando una fuerte discusión alertó a los vecinos del centro de acogida. Cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar, encontraron el cuerpo sin vida de la trabajadora, con signos evidentes de una muerte violenta. Sin embargo, los responsables ya habían huido, dejando tras de sí una escena de terror.
Los tres menores, dos varones de entre 14 y 15 años y una joven de algo más edad, sustrajeron el vehículo de la víctima en su fuga. El intento de escape terminó abruptamente en Mérida, donde sufrieron un accidente que permitió su detención por parte de la Policía Nacional.
Una muerte que exige respuestas
El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, calificó el suceso como «absolutamente terrible» y afirmó que la investigación sigue en curso, con la posibilidad de que el caso se declare bajo secreto de sumario. «Es un hecho que nos deja sin palabras», lamentó el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, quien declaró el luto en la ciudad.
Los compañeros de la víctima han expresado su profundo dolor y han lanzado un clamor de auxilio para que no se repitan este tipo de tragedias. «No podemos permitir que una tragedia así se repita», manifestaron los trabajadores del Centro de Acogida de Menores (CAM) Jardín del Sauce de Cáceres en un comunicado. Pidieron a la Junta de Extremadura que refuerce la seguridad en estos espacios, donde los educadores se enfrentan a situaciones de riesgo sin las herramientas necesarias para protegerse.
El debate sobre la seguridad en los centros tutelados
Este crimen ha avivado el debate sobre la gestión de los pisos tutelados y las condiciones de seguridad de los trabajadores sociales que desempeñan su labor con menores en situación de vulnerabilidad. CSIF, el sindicato mayoritario del sector, denunció que «la falta de seguridad en estos centros es una realidad que veníamos advirtiendo desde hace tiempo».
Las administraciones han expresado su pesar, pero también su prudencia. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, trasladó su condolencia a la familia y aseguró que la investigación determinará las circunstancias exactas del crimen. No obstante, el suceso ha puesto en evidencia la necesidad urgente de reformar los protocolos de seguridad en estos espacios.
Justicia para Belén
Los tres menores han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores, mientras la Policía Judicial sigue investigando los detalles del crimen. La comunidad educativa, los trabajadores sociales y la sociedad extremeña en su conjunto exigen que se haga justicia y que la muerte de Belén no quede en el olvido.
Lo que debía ser un hogar para la reinserción se convirtió en una trampa mortal para una mujer cuyo único delito fue intentar ayudar y que ya había denunciado a sus asesinos con anterioridad. Hoy, Badajoz llora su pérdida y clama por respuestas. La pregunta que queda en el aire es si se podrá evitar que algo así vuelva a ocurrir.