Redacción DEx, 23 de diciembre de 2025.
El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha cerrado la puerta a cualquier atenuante para el hombre que asestó hasta 35 puñaladas a su pareja en abril de 2022. La Sala Civil y Penal ha confirmado íntegramente los 12 años de prisión impuestos por la Audiencia de Badajoz, subrayando la “brutalidad extrema” de la agresión, la intencionalidad homicida y el componente de violencia de género que recorrió toda la acción.
La defensa había solicitado una rebaja de la pena alegando confesión y reparación del daño. El Alto Tribunal lo ha rechazado de plano: ni hubo confesión útil para la investigación ni existe resarcimiento alguno que permita suavizar un ataque que, según la sentencia, buscaba “acabar con la vida” de la víctima.
Los hechos, ocurridos en el domicilio familiar tras una discusión por celos, relatan una escena de violencia desbordada. El agresor apuñaló a la mujer en el rostro, el cuello y el tórax, golpes dirigidos a zonas vitales. Solo la rápida intervención de los servicios de emergencia —alertados por una vecina que escuchó los gritos— evitó que el crimen se consumara. La víctima arrastra secuelas físicas y psicológicas de enorme alcance.
El Tribunal incorpora a su resolución un elemento demoledor: el componente de dominio y discriminación de género explicitado por el agresor en frases como “si no eres mía, no eres de nadie”. Esa expresión ha sido clave para mantener la agravante de violencia de género y descartar cualquier atisbo de atenuación.
Además de la pena de prisión, se mantienen todas las medidas accesorias:
– Prohibición de aproximación y comunicación durante un periodo superior en diez años a la pena privativa de libertad.
– Pérdida de la patria potestad sobre la hija menor.
– Medida de libertad vigilada durante cinco años tras la salida de prisión.
– Indemnización de 50.000 euros a la víctima más intereses legales.
– Imposición de costas al apelante.
La sentencia, pese a su contundencia, no es firme. Aún cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Pero el mensaje del TSJExt es inequívoco: la Justicia extremeña no va a dejar sin respuesta una tentativa de asesinato marcada por la violencia machista más descarnada.
Una decisión judicial que vuelve a mostrar una realidad profunda: en Extremadura, como en el resto del país, la violencia de género continúa dejando un rastro insoportable de dolor, y cada resolución firme es también un recordatorio de una lucha que sigue lejos de resolverse.
