El jóven árbitro Neroy Muñoz, 19 años, dirigió el encuentro perteneciente a la División de Honor de la categoría cadete y cuando finalizó, al salir del campo de fútbol, el Municipal de deportes moralo, el padre de un jugador del Coria además de insultarle diciéndole «te voy a reventar la cabeza con una piedra», le dió un fuerte puñetazo en la cabeza.
Como consecuencia de ello, Neroy tuvo que ser atendido el el Hospital de la capital del Campo Arañuelo, donde presentó un fuerte golpe en la cabneza con pérdida momentánea de visión y posteriormente presentó una denuncia en las dependencias de la Guardia Civil de Navalmoral de la Mata.