Así lo ha anunciado en un encuentro con periodistas en al sede de presidencia, donde ejerce el cargo en funciones.
Fernández Vara ha alertado sobre las consecuencias negativas de una posible repetición de elecciones, entre las que ha mencionado el coste de una nueva consulta, que ha cifrado en dos millones y medio de euros, así como el hecho de que Extremadura no tendría un nuevo gobierno hasta el mes de enero del año próximo si se celebrasen esas nuevas elecciones el 19 de noviembre, que es la fecha que correspondería.
Esto supone que, hasta entonces, el gobierno de la Junta de Extremadura deberá seguir en funciones y con todas las limitaciones que esto conlleva, lo que sería un obstáculo para poder aprobar unos nuevos presupuestos y poder certificar la ejecución de hasta 413 millones de euros de fondos europeos que estarían en riesgo.
Ha señalado además en que el año próximo es «clave» por el escenario de un nuevo programa operativo de fondos europeos, la ejecución de los fondos Next Generation y la consolidación de los proyectos industriales que están en marcha.
El presidente en funciones ha insistido en «que no se juegue con Extremadura» y ha manifestado su «inmensa preocupación» por el hecho de que se pueda estar utilizando Extremadura como «laboratorio» para hacer «experimentos», y ha advertido que cuando se hacen experimentos en política «salen perdiendo los ciudadanos y las ciudadanas».
Ante la posible repetición de elecciones, ha recordado que «la gente votó lo que quiso, ahora es nuestra obligación convertir esos votos en gobierno, y yo estoy dispuesto a asumir la responsabilidad como ganador de las elecciones, y eso es algo que tenemos que tener todos claro».
Por todas estas razones, Fernández Vara ha anunciado que «trasladará a la presidenta de la Asamblea mi voluntad de presentarme a la investidura y de solicitar al resto de los grupos su abstención para que Extremadura pueda tener cuanto antes un gobierno».
«Pensemos un poco más en Extremadura y menos en nosotros», ha concluido