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50 años de la llegada a la Luna, un hito histórico que cambió la forma de ver y sentir el Universo

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Las dos horas y media que los tripulantes del Apollo 11 estuvieron en la Luna han dado para mucho a los amantes de las conspiraciones. Algunos de ellos sostienen que los alunizajes fueron un montaje y otros que los astronautas se encontraron con extraterrestres o huellas de éstos en el Mar de la Tranquilidad. La principal prueba en contra de la falsificación de los alunizajes es que los soviéticos admitieron su derrota en la carrera por la conquista del satélite.
Pero, ¿qué pasa con las visiones de ovnis refrendadas por comunicaciones radiofónicas y las de edificios respaldadas por películas? La prueba más popular a favor de la presencia de extraterrestres en la Luna se conoce como la transcripción de Sam Pepper, por el radioaficionado que afirma que la captó, y atribuye a Armstrong y Aldrin frases como: “Estas criaturas son gigantescas… enormes”; “Vimos unos visitantes. Estuvieron aquí un rato, observando los instrumentos”; “Había otras astronaves. Están alineadas al otro borde del cráter”. La transcripción, que ha sido reproducida en numerosos libros y revistas sobre ovnis desde 1975, no ha sido confirmada por ninguno de los miles de radioaficionados que siguieron en directo las conversaciones entre los astronautas y Houston. “Hay quien dice que vimos hombrecillos verdes al otro lado del cráter. Es la tontería más grande que he oído”, zanja Aldrin cuando se le menciona el asunto.
Fuente: Muy Historia.

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La retransmisión de la llegada a la Luna, comentada por Jesús Hermida (1969)

El domingo 20 de julio de 1969 (o lunes 21, dependiendo del huso horario) cerca de 500 millones de personas en todo el mundo fueron testigos frente a sus televisores de cómo los humanos pisaban por vez primera la Luna. Entre ellos, un puñado de españoles (los que podían presumir de tener tele –había unos tres millones de aparatos– y otros muchos que se fueron al bar o a la casa de un vecino o familiar) que siguieron toda la noche las evoluciones de los astronautas de la NASA a través de TVE.

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Jesús Hermida.

A Jesús Hermida, corresponsal por entonces en Estados Unidos, le cupo el honor de comentar en directo este suceso excepcional: ese «pequeño paso para un hombre, pero gran salto para la humanidad» en palabras de Neil Armstrong. Hermida reconocería años más tarde que acabó agotado al final de esa jornada, que compartió en el centro espacial de la NASA en Houston con más de tres mil periodistas de muchas nacionalidades (sobre todo, estadounidenses, japoneses y europeos).

Lo cierto es que la calidad de las imágenes dejaba mucho que desear y el sonido era también deficiente. Pero tenían un valor histórico de primer orden: tras cientos de miles de años, un individuo de nuestra especie (¡un terrícola, en suma!) ponía sus pies sobre el satélite lunar. «El viaje fue como estar todos pendientes de la carta de la amada», confesaba Hermida a una edición de En Portada realizada a los 20 años del evento. «Cada cosa que decían por nimia que fuera, cada pequeña circunstancia, nos parecía algo espectacular».

La Luna está en el bote

La narración de Hermida se extendió a lo largo de varias horas, aunque fueron ocho los minutos más solemnes y emocionantes (en torno a las cuatro de la madrugada, hora peninsular española). «¡Observen, observen (…) ahí está, ahí está!», narraba con indisimulado entusiasmo en los momentos previos al momento culminante de la gran aventura. «Armstrong se pierde no en la noche de los tiempos, ni mucho menos, sino en la gran luz de estos tiempos que comienzan ahora», decía cuando el astronauta se encontraba ya solo, al final de la escalera que le conducía a la superficie lunar, en la antesala de su histórico paseo.

Hermida se despedía de los telespectadores cuando la bandera de los Estados Unidos ya había sido clavada en el mismo cuerpo celeste que minutos más tarde él observaría exhausto, tumbado sobre el césped de las instalaciones de la NASA en Houston y diciéndose a sí mismo: «Ahí hay dos tíos y yo lo he contado». Un episodio de la serie Cuéntame retrata cómo se vivió en el imaginario barrio de San Genaro esa noche inolvidable en la que más de uno sacrificó su sueño para ser testigo de semejante hito.

Al día siguiente, TVE emitió un especial presentado por el periodista Luis Miravitlles que hemos recuperado del ArchivoHa nacido una nueva era. Miravitlles, periodista científico que realizó posteriormente valiosos programas divulgativos como La prehistoria del futuro, explicó a los telespectadores el viaje del Apolo 11 con el telón de fondo de las imágenes de la retransmisión del día anterior.

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Luis Miravitlles
Ha nacido una nueva era (Especial llegada a la Luna)

Muchos españoles que no pudieron ver la tele esa noche tuvieron otra opción: seguir los prolegómenos de la gesta lunar por la radio. Cirilo Rodríguez y Agustín Farré fueron los enviados especiales de Radio Nacional de España a Houston y Fresnedillas de la Oliva (Madrid), respectivamente. Desde la estación de seguimiento de Fresnedillas se controlaban las comunicaciones del módulo lunar con la central de la NASA. Horas antes del alunizaje, los oyentes de RNE escucharon detalles y pormenores de la misión, con información acerca de asuntos tan variados como el menú de los astronautas, los riesgos en que incurrían o sus pulsaciones (a las 00:27 horas, Armstrong tenía 99 por minuto; y Aldrin, 70). Al comienzo del programa especial, pasada la medianoche, se decía que el alunizaje sería en torno a las 2.12 (hora peninsular española), aunque finalmente se retrasó.

 

Cirilo Rodríguez
Regreso a la luna – Retransmisión previa

El NO-DO también se hizo eco de la gesta con un reportaje en color realizado con motivo de la visita a Madrid de los astronautas ese mismo año, en el mes de octubre, que incluyó un paseo en descapotable por las abarrotadas calles de la capital. Armstrong, Aldrin y Collins transmitieron a España un mensaje de agradecimiento del presidente Nixon por el papel desempeñado por la estación de Fresnedillas en la misión del Apolo 11. Los tres se reunieron con el director del Instituto de Cultura Hispánica, Gregorio Marañón (hijo del célebre científico de igual nombre), para rendir tributo a Cristóbal Colón en el monumento que se alza en la plaza que lleva el nombre del descubridor.

Fuente: RTVE.

 

 

 


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