Nuestros paisanos conquistadores marchaban leguas y leguas armados hasta los dientes, forrados de hierro y cueros, y aún les quedaban fuerzas para luchar contra la indiada feroz. ¿De qué estaban hechos?
O Pedrouzo es una carretera con casas a los lados; todo en función del peregrino, albergues, fondas, pensiones, tiendas, bares, etc. A las seis de la tarde salí a buscar la iglesia para los sellos de las credenciales y llegué en el momento en que comenzaba la misa del peregrino. Ofició un sacerdote hindú o paquistaní, y muy bien, por cierto. Muy emotivo todo, tanto que una chica, a mi lado, se emocionó y lloró encantadoramente.
Darse la paz con gentes de todo el mundo es realmente reconfortante. Al anochecer cenamos en un restaurante donde nos sirvió, muy amablemente, un chico paraguayo devenido ya en gallego. Boas noites, y mañana a por la última: Santiago.
Siempre nos pasa lo mismo: Apenas hemos empezado El Camino y ya se está acabando. ¿Por qué pasan tan deprisa los días en este trajín de hostales, albergues y pensiones, y en este caminar hacia el destino? Una serena tristeza se nos está dibujando en la cara y es que El Camino engancha ¡Vaya que si engancha! Que no se acabe, Señor Santi Iacobe, que no se acabe. SCM.