
El Consejo fue adaptándose a la nueva realidad, planteándose como objetivo que las posteriores generaciones, hijos y nietos de los primeros emigrantes que ya habían nacido en el lugar al que habían emigrado, pudieran sentirse vinculadas desde el punto de vista físico y emocional a la tierra en la que habían nacido sus padres.
Por ello, el presidente ha agradecido “el esfuerzo de aquella primera generación de emigrantes para mantener viva en sus familias y en sus casas la llama de su querida Extremadura”.
El responsable del Gobierno regional he indicado que “de aquella Extremadura” no queda casi nada y que hoy vivimos en una región en la que se baten records de trasplantes y en la que el 60% de la población tiene estudios medios y superiores.
Ha reiterado que, desde el inicio de la legislatura, su Ejecutivo ha trabajado para promover un profundo cambio en las estructuras económicas de la región, destacando que hasta 2030 se va a invertir en Extremadura mucho más que en todo el siglo XX. “Es un momento absolutamente trascendental de nuestra realidad que va a suponer un cambio de paradigma y un nuevo abanico de posibilidades”, has subrayado.
Ha insistido en que en este nuevo contexto la región necesita a los extremeños en el exterior para abordar ese futuro de manera conjunta.
El presidente ha señalado que los extremeños que viven fuera de la Comunidad Autónoma hacen mucha falta a la región y ha expresado su convencimiento de que trabajan, quieren y sienten a Extremadura allí donde están, por lo que les ha transmitido su afecto y su reconocimiento.
En las ponencias se ha expuesto que debe de haber más financiación y políticas para retener el talento, además de confianza en las nuevas posibilidades que el mundo global da para desarrollarse desde la región.






