Champions | Real Madrid PSG Ambos bajo sospecha para las aficiones de Real Madrid y PSG
El pasado viernes Neymar era sustituido y escuchaba los pitos del Parque de los Príncipes. Recién recuperado de la lesión, un sector de la grada no le perdona su rebeldía el pasado verano en busca de una huida de París. El pasado sábado, era Bale quien entraba en el campo en la segunda parte para escuchar una de las mayores pitadas que se recuerdan por el Bernabéu. Un sector de la grada le pasó factura por su famosa bandera con las ya conocidas prioridades del ’11’: ‘Gales, golf, Madrid’.
Para Tuchel y Zidane la gestión del ‘caso Neymar’ y el ‘caso Bale’ no es fácil. Son dos jugadores con estatus de estrella, capitales en el proyecto de los respectivos clubes, y que por tanto su presencia en el once obliga a ambos entrenadores a tocar lo que está funcionando.
En el caso del galés, Zidane sabe que para que vuelva a sentirse parte del proyecto tiene que ser titular en partidos de Champions y más ante rivales como el de esta noche. Su entrada obliga sin embargo a sentar a la última gran sensación del madridismo y otro ojito derecho en las oficinas, Rodrygo. Zidane mantendría su 4-3-3. La otra opción es que no juegue ninguno de los dos y apuesta por cuatro en el medio para no tener que sentar a Modric, y Benzema y Hazard en punta.
En el PSG, la entrada de Neymar también se antoja obligada ante el peso y la trascendencia del futbolista, pero la opción del técnico de apostar por los cuatro magníficos le obligaría a debilitar el medio del campo. Icardi se ha ganado seguir en el once porque está haciendo goles, Di María es el jugador más en forma de la plantilla y Mbappé es el emblema, así que resulta difícil imaginarse también un once sin ninguno de estos tres jugadores, dando por sentado ya que Cavani seguirá en el banquillo.
Tuchel puede jugar con todo su arsenal en el Bernabéu, pero eso implica debilitar su medio campo y renunciar a su 4-3-3 salvo que el argentino, como ya hiciera con Ancelotti en el Madrid, retrase su posición. El trío formado por Marquinhos, que ya se ha instalado en la medular, más Gueye, que ha dotado al medio campo de un equilibrio que no tenía, y el indiscutible Verratti, es siempre fijo en las grandes citas, pero la presencia de Neymar obligaría a descartar a uno o al menos retrasar a Marquinhos al centro de la zaga.