ayuso

SER EINSTEIN, ISA

ALGUNOS piensan que ser de izquierda significa ser mejor persona, la superioridad moral que se atribuye parte de la denominada progresía me perturba, debería perturbarnos a todos, la victoria de la derecha en Madrid y la reacción del gobierno de Sanchez, el de concertación con el comunismo y otros herederos de ideologías muy demócratas, demuestra que se inspira ya sin más en el revanchismo, evidenciando que, realmente, algunos creen, a ciencia cierta, que quien no les vota es idiota. Debe ser, por eso, por lo que Juan Carlos Monedero considera que quien gana 900 euros y vota a la derecha no es Einstein,  si esto mismo lo hubiera dicho un líder del Pp, sería un fascista. Juzgar a los electores por sus decisiones habla del nivel de tolerancia y perfil demócrata de quien sostiene tales tesis. La gente no es inteligente según deposite su voto en la urnas a favor de la izquierda o la derecha, al revés,  la gente es sabia cuando decide, nos guste o no porque lo hace pensando en su día a día y en el sus familias.

Es muy difícil para un socialista entrar en campaña para hablar de cañas … ¿ cañas ? Es una forma de vivir ¡ señora!, si tal consideración merece, la de señora, quien afirma que: “a veces el fascismo aparece con la bandera de la libertad de quienes pensaron que la limpieza que querían hacer en Europa les llevaba a asesinar en los campos de concentración”, esto no lo dijo Einstein, no, lo ha dicho la mismísima vicepresidenta del gobierno de Pedro, ¿ tan desesperados están  para decir semejante barbaridad ? Pues si, deben estarlo y lo ha dicho. Yo no les voto ni soy Einstein pero creo que a quien, palabras tan deleznables, define,  es a su gobierno, ni si quiera a ella misma, que también, y no crean, no es un error, con ello pretenden sembrar el miedo, una herramienta que hasta ahora les funcionaba, quieren que la gente piense que ser de izquierdas significa ser mejor persona y se olvidan que nadie es Einstein porque Einstein sólo existió uno, pero la gente no es tan tonta como ellos pretenden.

Me quedo con los que no cobran ni 900 euros, aquí para muchos eso sería un lujo, con los que cobran una renta, por cierto, renta básica que aquí implantó la derecha, me quedo con el sentido común de la gente que quiere dignidad, trabajo, libertad, con los que para ser libres saben que hay que romper estereotipos, con los que quieren dejar el pasado atrás porque el pasado sólo debe servirnos para saber qué hay que hacer y qué no hay que hacer. Somos demócratas y sólo los autócratas son capaces de atribuir atrocidades a quienes, no sólo las detestan sino que las condenan y las combaten, es de cobardes acudir al miedo para captar votos, pero la gente aunque no sea Einstein, lo que no es, es tonta, téngales más miedo a los que amenazan con que viene el lobo porque ellos son la zorra.

No ser de izquierdas no es ser peor persona, como algunos quieren hacer creer,   es ser más libres, es no depender del gobernante sino de uno mismo en un escenario propicio para crecer y crear, es confiar en que el estado debe propiciar espacios de entendimiento y de bienestar social,  espacios de concordia donde convivir y hacer grandes cosas juntos, es prescindir del estado que crea esclavitud, es el arte de evitar a quienes  quieren que sus votantes les estén permanentemente agradecidos y no al revés, por eso el resultado de Madrid ha enfurecido a tantos, que ven tambalear su silla, lo único que les importa.

Ha sido la gente ilusionada la que ha ofrecido a Ayuso la victoria, me decía mi tía Mari antes del 4 M, que vive en un barrio obrero en Madrid y cobra una pensión de viudedad de algo más de quinientos euros : mis vecinas y yo vamos a votar a Ayuso, y detrás de sus palabras reconocí el valor del esfuerzo, la confianza en quien se forjan a sí mismos, Isa, es para ellos su Isa, ven el ella a sus propios hijos , a sus nietos, ven la posibilidad de llegar hasta donde uno quiera si lucha, sueña, se compromete y trabaja, ven la esperanza de un Madrid como un lugar mejor para vivir y trabajar, sienten que hay luz después del túnel, ven que no es mejor político ni mejor persona el que lleva al obrero sólo en el nombre en lugar de llevarlo en el corazón y todas las etiquetas se caen y hacen peor persona no sólo a la señora Calvo o al señor Monedero sino a las siglas a las que representan, el socialismo y el comunismo al que deberían tener más respeto. No, ser de izquierdas  no es ser peor persona, a veces, para algunos es ser más cretino.