El juicio por la muerte de Manuela Chavero, un caso que conmocionó a Monesterio y al país entero, ha comenzado este lunes en la Audiencia de Badajoz. Ocho años después de su desaparición y cuatro desde el hallazgo de su cuerpo, las acusaciones han solicitado la prisión permanente revisable para Eugenio, el único acusado, mientras que su defensa pide la absolución por falta de pruebas.
El proceso se ha iniciado con la selección del jurado popular que decidirá el destino de Eugenio, quien era un joven de veinte años en el momento de los hechos y la última persona conocida que estuvo con Manuela la noche que desapareció. Fue él quien, años más tarde, guió a los investigadores hasta el lugar donde había enterrado el cuerpo de la víctima.
Las acusaciones particulares, representando a los hijos y familiares de Manuela, han exigido no solo la máxima pena, sino también una compensación económica que supera el millón de euros. Por su parte, el Ministerio Fiscal ha propuesto una suma menor, de 700.000 euros, como indemnización.
La defensa del acusado, liderada por el abogado Javier Gutiérrez, argumenta que las acusaciones carecen de base probatoria sólida y, por tanto, solicita la absolución de su cliente.
El juicio se apoyará en el testimonio de cerca de 70 especialistas y peritos, incluyendo expertos en comportamiento delictivo y forenses electrónicos, así como en informes del Instituto de Antropología de Madrid y del Instituto de Medicina Legal de Badajoz. Además, se espera la declaración de ocho testigos, la mayoría familiares de la víctima, y la reproducción de un vídeo con la reconstrucción de los hechos.
Según la Fiscalía, Eugenio se presentó en la vivienda de Manuela en la madrugada del día de su desaparición, aprovechando que ella estaba sola. Bajo el pretexto de devolver una cuna prestada, la llevó a su vivienda familiar, donde se cometió el crimen.
