Madrid- En un cambio significativo en el sistema educativo, la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) se transformará en 2025 para enfocarse más en la aplicación práctica del conocimiento. Con el 70% de las preguntas diseñadas para desarrollar respuestas y solo un 30% tipo test, los estudiantes deberán demostrar su capacidad para manejar casos prácticos y no solo memorizar información.
Este cambio implica una adaptación por parte de los profesores de Secundaria a los nuevos modelos de exámenes, promoviendo un aprendizaje más integral. La nueva estructura de la PAU contará con un solo examen por materia, incluyendo algunas preguntas optativas, lo que obligará a los estudiantes a estudiar el temario completo para aspirar a la máxima calificación.
“Los alumnos tendrán que dominar todo el contenido si desean obtener un 10”, señala un portavoz del Ministerio de Educación, subrayando la importancia de una preparación completa.
La duración de los exámenes se mantendrá en 90 minutos, pero por primera vez, se implementarán criterios de corrección homogéneos en todas las comunidades autónomas, garantizando una evaluación justa y equitativa en todo el territorio nacional. Esta medida busca reducir las disparidades en las calificaciones entre diferentes regiones, una iniciativa bien recibida por la comunidad académica, especialmente en Extremadura.
Además, se introducirá una penalización de al menos un 10% en la nota por errores de ortografía o gramática, una práctica ya implementada por la Universidad de Extremadura (UEX), que refuerza la importancia de la expresión escrita correcta.