En el marco del habitual operativo de vigilancia del mercado de los miércoles, la Policía Local de Cáceres ha llevado a cabo una inspección en varios puestos de venta, descubriendo que uno de ellos estaba vendiendo fruta de manera ilegal. Los agentes constataron que el puesto carecía de la licencia pertinente para la venta en el mercadillo y que el vendedor no pudo acreditar el origen de la mercancía con ningún documento justificativo.
Ante esta situación, los agentes procedieron a la retirada de la mercancía, que consistía en aproximadamente 800 kilos de fruta de hueso y ajos, según ha informado el consistorio cacereño. La mercancía fue trasladada a las cámaras frigoríficas del mercado de abastos para su conservación, ya que la normativa establece un plazo de cinco días para que el vendedor aporte la documentación que justifique la trazabilidad de los alimentos.
Sin embargo, el afectado desistió formalmente de recuperar la mercancía, alegando que no podría justificar su procedencia. Ahora, la fruta será sometida a la inspección de los servicios veterinarios, quienes determinarán si es apta para el consumo. En caso afirmativo, se entregará a diferentes servicios sociales de la ciudad para su distribución.