Central Nuclear de Almaraz

Almaraz, la central nuclear que España no se puede permitir cerrar

Redacción DEx, 26 de noviembre de 2024.- La Junta de Extremadura ha alzado la voz en defensa de la Central Nuclear de Almaraz, una pieza clave en el puzzle energético español que, sin embargo, se enfrenta a un futuro incierto.

En tal sentido, la jefa del ejecutivo autonómico extremeño María Guardiola se ha expresado con contundencia en su red social X: » ¡ Almaraz no se cierra! Ni vamos a callar ni vamos a acatar el sectarismo medioambiental de la señora Ribera. Si en Europa defiende la nuclear, aquí también. De ello dependen miles de familias extremeñas y la soberanía energética de todo un país.

Estas declaraciones han surgido porque la ministra del ramo energético y vicepresidenta tercera Teresa Ribera se va a ir del Gobierno y de España, pero antes deja en marcha el cierre de la Central Nuclear de Almaraz con   3.000 empleos dependen de este plan de cierre,  que no casa con lo que está haciendo el resto del mundo

Por su parte, Mercedes Morán, consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, ha calificado el cierre de Almaraz como un error gravísimo que pone en jaque la soberanía energética del país.

Mientras países como Alemania y Francia apuestan por reabrir sus centrales nucleares, España parece ir a contracorriente.

Morán ha criticado la postura de  Teresa Ribera, acusándola de seguir una «ideología radical» que condena a Extremadura y al conjunto de España a una preocupante dependencia energética.

Extremadura, líder en producción energética

La región extremeña se ha convertido en un referente en la producción de energía. En 2023, alcanzó un máximo histórico con 29.750 GWh, exportando más del 80% de la energía que produce. Sin embargo, esta situación no se ve reflejada en la financiación autonómica, una reivindicación histórica de la Junta de Extremadura.

La energía nuclear desempeña un papel fundamental en la transición energética. Sus bajas emisiones, su contribución a la garantía de suministro y sus bajos costes de producción la convierten en una alternativa fiable y eficiente. Cerrar Almaraz supondría renunciar a estas ventajas y aumentar la dependencia de fuentes energéticas externas.

Un futuro incierto

A pesar de la oposición de la Junta de Extremadura, el futuro de Almaraz sigue en el aire. El Gobierno central mantiene su intención de cerrar la central, una decisión que no responde a criterios técnicos y que choca con la tendencia internacional de prolongar la vida útil de las centrales nucleares.

La Junta de Extremadura no se da por vencida y se compromete a utilizar todos los recursos a su alcance para evitar el cierre de Almaraz. El objetivo es defender los intereses de Extremadura y garantizar el suministro energético de España. La batalla por Almaraz no ha hecho más que empezar.