Rómulo Peñalver, siete de mayo de 2025.- Cáceres vivió este miércoles una jornada cargada de simbolismo, intercambio y apertura internacional con la inauguración oficial del Instituto Panda, un nuevo organismo impulsado por la Universidad de Extremadura (UEx) y la Universidad de Educación de Chongqing. Más que un acto académico, se trató de una declaración de intenciones: Extremadura quiere mirar al mundo —y en esta ocasión, con ojos orientales—, tejiendo puentes firmes entre España y China desde el epicentro cultural y educativo de la región.
El Espacio UEx, en la céntrica avenida Virgen de la Montaña, acogió la puesta de largo de esta alianza estratégica que ha contado con la presencia institucional del embajador de la República Popular China en España, Yao Jing; el rector de la UEx, Pedro Fernández; el alcalde de Cáceres, Rafael Mateos; y otras autoridades educativas nacionales e internacionales. Una comitiva plural que simboliza el compromiso real y compartido de ambas partes por la cooperación.
Educación, ciencia y cultura: los tres pilares del nuevo Instituto Panda
El Instituto Panda no es una simple oficina de relaciones internacionales. Su creación marca un hito en la estrategia de internacionalización de la Universidad de Extremadura. Como señaló su rector, Pedro Fernández, “representa un puente para ampliar nuestra presencia internacional más allá de Europa y América”, abriendo paso a programas conjuntos, estancias, cursos, talleres y actividades de divulgación.
Pero hay más. La cooperación también se adentra en el terreno científico y tecnológico con proyectos colaborativos en salud, agroalimentación, arte, humanidades, deporte y biotecnología, además del desarrollo de un centro cultural permanente que ocupará un pequeño pabellón renovado dentro del Espacio UEx. Su diseño fue presentado por la vicerrectora Mercedes Rico, como una apuesta arquitectónica por el mestizaje cultural y la vocación didáctica.
Una alianza que traspasa fronteras
Para Yao Jing, embajador de China en España, el Instituto Panda es el reflejo del “espíritu diplomático” entre ambos países. “España se ha convertido en un gran país para colaborar con China y sus universidades”, aseguró, destacando el papel del Gobierno regional y del Ejecutivo central en la consolidación de estos lazos educativos. Huang Yan, secretaria del Comité del Partido de la Universidad de Educación de Chongqing, lo definió como “un centro internacional de coordinación educativa” que va más allá de lo académico, con una base sólida en innovación, alimentos y cultura.
El secretario general de Educación de la Junta de Extremadura, Eugenio Pozo Pitel, recalcó que esta alianza “beneficiará significativamente a nuestra región” al abrir nuevas vías de desarrollo y transferencia de conocimiento. Una opinión compartida por el alcalde Rafael Mateos, que celebró la capacidad de Cáceres para “derribar barreras” más allá de los kilómetros.
Una semana para conocer, compartir y celebrar
Coincidiendo con la apertura del Instituto Panda, se ha inaugurado la I Semana Cultural China. La exposición ‘Paisajes Rurales de Bayu’, traída desde la Universidad de Bellas Artes de Sichuan, invita a los visitantes a descubrir la riqueza estética y espiritual del mundo rural chino. A ello se sumaron espectáculos tradicionales de danza de dragones, una exhibición de Taichí —con la participación de alumnos de la Facultad de Ciencias del Deporte de la UEx— y un encuentro gastronómico intercultural bajo el lema Entre culturas y sabores del mundo, donde se fusionaron platos y aromas de ambas tierras.
Cáceres, ciudad puente
El Instituto Panda no solo es una buena noticia para la universidad o para los especialistas en cooperación internacional. Es, sobre todo, un símbolo para Cáceres, que afianza así su rol como ciudad que apuesta por la innovación, el diálogo cultural y la educación como motor de transformación. Un lugar donde Oriente y Occidente pueden encontrarse para construir, juntos, un futuro común.
Porque, como bien dijo el alcalde, a veces no son los kilómetros los que nos separan, sino el desconocimiento. Y días como este, con dragones danzando en la montaña y saberes compartidos bajo el cielo cacereño, son una forma de empezar a entendernos mejor.