EL PLAN DE NEGOCIO DEL » BANCO MALO «

Para la anterior crisis bancaria, la de los años ochenta, inventaron un artefacto llamado Corporación Bancaria que luego se perfeccionó dotando de estructura operativa al Fondo de Garantía de Depósitos, creado mediante una ley, con precipitación, para afrontar aquella crisis. A ambos se denominó “UVI de los bancos”, que operó con fondos públicos y privados, procedentes de cuotas aportadas por el banco de España y las entidades financieras. Aquello funcionó bastante bien y resolvió sin demasiado ruido y coste una crisis muy severa.

Ahora la crisis es más severa y para resolverla se han ido utilizando los artefactos del pasado, el propio FGD que disponía de algunos fondos, ya gastados, y de activos residuales de las crisis anteriores, y otros artilugios que se han ido creando con recursos, fundamentalmente públicos, incluidos los 42.000 millones prestados a largo plazo y bajísimo precio por los socios del euro.

Y entre las creaciones para la crisis aparece el denominado “banco malo” para simplificar el acrónimo SAREB que es la marca de la entidad. Cuenta ya con decenas de miles de inmuebles, suelo, urbanizaciones… asumidas con una valoración atribuida de 50.000 millones de euros, procedentes de los nueve grupos financieros fallidos que han sido nacionalizados o ayudados por los hermanos de la SAREB, el propio Fondo de Garantía o el nuevo FROB creado por el ministerio de Economía y el banco de España para reestructurar el sistema.

El banco malo ya es uno de los tinglados inmobiliarios más gordos de Europa con una tarea colosal por delante que requiere empezar clasificando bien los activos y programando su liquidación. Además tiene que aprobar y aplicar procedimientos de trabajo que garanticen honradez, eficacia… insisto, una tarea colosal.

Me sorprende la preocupación que trasmiten por articular un plan de negocio que pinte un mapa de rentabilidad a medio plazo. Primero decían el 15% y ahora revisan al 14%. Y apuntan también que el trabajo debe concluir en 15 años. Ambos objetivos me parecen tan hipotéticos como inútiles. Van a tener tajo para varias décadas. Si el anterior fondo, que no alcanzó la dimensión del actual, aun tiene activos por liquidar 33 años después de su creación, no hay argumentos para pensar que el nuevo va a acabar su tarea en la mitad de tiempo.

Y esa rentabilidad propuesta del 14% parece pocorealista, más valdría la humildad de pretender perder lo menos posible. En estos tiempos un 15% es una rentabilidad de un buen negocio, y el “banco malo” no puede serlo, con no perder ya sería mucho.


FERNANDO GONZÁLEZ URBANJEA