La Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía ha acogido este martes la reunión constitutiva del grupo de trabajo para la elaboración de la estrategia de lucha contra el uso de venenos en el medio natural.
La creación
de este grupo, a propuesta del consejero del ramo, José Antonio Echávarri, el
pasado mes en la reunión del Consejo Asesor de Medio Ambiente de Extremadura
(Camaex), está formado por representantes de la propia Administración
regional, así como de las organizaciones ecologistas y agrarias miembros del
Camaex.
El objetivo
es tener una mayor eficacia en las actuaciones contra el uso ilegal de venenos
en el medio natural, ya que, en ocasiones, esta práctica que se emplea contra
las alimañas y depredadores, a veces conlleva el envenenamiento de otros
animales.
Para ello,
con este grupo de trabajo se propicia la participación de los sectores
implicados para aprovechar sus conocimientos y experiencia como complemento
necesario para abordar las causas de esta práctica y proponer soluciones. Es
decir, establecer las bases para la Elaboración de la Estrategia Extremeña para
la lucha contra el Uso de Venenos en el Medio Natural.
REUNIONES
DE TRABAJO
Este grupo de
trabajo constituido se reunirá cada dos meses para abordar esa estrategia. A
estas reuniones asistirán en calidad de invitados, y con carácter permanente,
el director de Programas de Especies Protegidas de la Consejería, el jefe de la
Sección de Coordinación de Agentes del Medio Natural de Extremadura, un agente
del medio natural, un asesor jurídico de la Dirección General de Medio
Ambiente, un representante de la Asociación de Productores de Caza (Aproca), un
miembro de la Federación Extremeña de Caza, un experto de la Universidad en
materia de uso de venenos en el campo y un representante de la organización
ecologista WWF España.
El año pasado
se abrieron doce expedientes por envenenamiento (6 en la provincia de Cáceres y
otros tantos en la de Badajoz), y se analizaron 110 animales, de lo que el 40%
estaban envenenados. En ellos se encontraron restos de carbofurano y abdicar,
sustancias prohibidas desde los años 2008 y 2007, respectivamente.