Que son tendencia lo sabemos, que sirven lo mismo para un roto que para un descosido y que sin duda se han convertido en imprescindibles en el armario de toda mujer.
Aportan
frescura, libertad, cierto aire bohemio,
algo que sin duda conocen muy bien nuestras celebritis que lo aplican a su día
a día.
Su precio no
es tan maxi como su largo, por eso las firmas low-cost nos los acercan a un
precio mini.
Se adaptan a
todos los estilos y siluetas, desde los
vestidos de tirantes hasta los maxi vestidos que se mueven al caminar recordando el espíritu
flower power sin olvidar las propuestas más elegantes para noches de alfombra
roja y citas a la luz de la luna.
Lo que hace
que un vestido largo sea diferente es el juego que dan los complementos,
acompáñalo de día con unas sandalias planas o unas cuñas altas y de noche con
un buen taconazo, unos accesorios apropiados y los labios rojos.