“Antígona Siglo XXI”: los conflictos de la humanidad, que nunca acaban

“Antígona Siglo XXI” ha llegado al Gran Teatro de Cáceres dentro de la programación del Festival de Teatro Clásico, una obra que fue estrenada en el Festival Internacional de Teatro de Mérida hace dos años y que ha recorrido los escenarios con gran éxito.

Isidro
Timón y Emilio Del Valle han adaptado el texto de Sófocles, con 2.500 años de
antiguedad, pero con una vigencia que se pone de manifiesto en los diferentes
conflictos que se plantean a lo largo de toda la obra.

La
sinrazón del poder y el conflicto entre el poder político desmedido y los
ciudadanos, con un inmenso Chete Lera en el papel de Creonte, que se empecina
en mantener sus ideas y decisiones por encima de todo y de todos.

El
conflicto entre Creonte y Antígona, un hombre y una mujer, un conflicto de
género presente también a lo largo de la historia, y que a través de ambos
personajes plantea el conflicto entre un adulto y una jóven.

El
poder del dinero y el dinero como principio de la corrupción porque todo se
puede comprar y vender.

La
necesidad de enterrar a tus muertos y el temor a que los muertos hablen, lo que
recuerda al conflicto creado por la Ley de la Memoria Histórica.

Y
referencia también a la guerra de Irak y al fallecimento del cámara José Couso,
muy presente en la obra que es “el ojo de Dios” al igual que lo eran los
adivinos en el mundo clásico que predecían el futuro, y que el poder la utiliza
como elemento de proaganda, porque lo que no es visible no existe.

Una
Antígona que, como dicen los Timón y Del Valle, estaría hoy en día peleando con
el 15M.

Es
esta una función que, pese a la importancia de los principales personajes, es
muy coral,  con momentos muy brillantes
para cada uno de ellos

Todo
ello en un lugar atemporal, porque los conflictos acompañan al hombre en toda
su historia, un ser humano que es “extraordinario”, pero que no ha podido
vencer a la muerte, que nos iguala a todos y la guerra que nunca se acaba,
porque siempre estamos en guerra y siempre estaremos en guerra, conflictos
reflejados en un texto que no pierde vigencia en el siglo XXI, en esta
“Antígona siglo XXI”.