EL AGRADECIMIENTO DE LOS ALEMANES

Ya estará contenta la CDU de la Sra. Merkel con ese 42,5% de los votos conseguidos en las elecciones
celebradas el  22-09-2013; pero hay que darse cuenta de cómo es la
vida, ahora ya nadie se acuerda de cómo los griegos y compañía perdonaron a los
alemanes su deuda
. ¡Cómo es la vida!. 

 

            Ahora resulta que la mayoría de los alemanes se niegan a seguir
ayudando a los griegos y compañía,
porque pocos saben que Grecia ayudó, en parte, a Alemania tras la Segunda
Guerra Mundial  a  salir del agujero.  La gente enseguida olvida.

 

            Ya verán, Alemania en 1.953 negoció con varios países su deuda exterior que no era poca. La delegación germana rogó y
pordioseó a sus socios la condonación de su deuda. Además de las obligaciones contraídas por las ayudas del Plan
Marshall, tenía préstamos para pagar  reparaciones  que  aún
 debía  de la Primera Guerra Mundial.

 

            La petición fue escuchada por 22 países -Grecia entre
ellos- que perdonaron a los alemanes la mitad de lo que debían. “Para la joven Alemania, aquel gesto supuso
una ayuda enorme”
, sobre todo porque “El interés de su deuda de aquel
entonces, era comparable con la que  hoy
tienen que pagar  países en desarrollo,
incluida la propia Grecia.”

 

            Corría
el año de 1.953, cuando Grecia y
España perdonaron la deuda a Alemania, y no solo Grecia y España, un gran
número de estados perdonaron más del 60 por ciento de la deuda que el país
teutón  había  acumulado  durante  las  dos
 guerras 
mundiales.

           

            Esto ni es cuento, ni
me lo he inventado yo ahora, está en las hemerotecas y quiero destacar y
abundar en cómo la misma Alemania que hoy exige a países como Grecia, Portugal
o España grandes sacrificios para controlar su déficit y pagar su deuda
pública, consiguió que la comunidad  internacional  le  perdonase
 la  suya  en
 aquellos  momentos  tan  difíciles.

 

            Todo ocurrió cuando una
Alemania devastada por “la Segunda Guerra Mundial” se
encontraba sumida en una gran crisis que le imposibilitaba pagar sus deudas,
que ascendían a unos treinta y ocho mil ochocientos (38.800) millones de marcos de la época.

 

            El Estado se encontraba
al borde de la quiebra. Ante esta
situación, los principales acreedores del país germano, liderados por el Reino
Unido, Francia y Estados Unidos, pero entre los que también se encontraban
otros países como Canadá, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Italia, o España, se
reunieron en Londres para tratar de buscar una solución a ese enorme problema.

 

            Las negociaciones se
extendieron entre el 27 de Febrero y el 8 de Agosto de 1953 y tuvieron como
resultado final el llamado «Acuerdo de Londres», que redujo la
deuda alemana en un 62,6 por ciento y determinó un calendario de pagos para los
catorce mil quinientos  (14.500) millones de marcos restantes.

 

            Esto no solo permitió
que el país se recuperase rápidamente, sino que muy  pronto lo situó a la cabeza del crecimiento
económico del continente, dando pie a que en los años 60 muchos miles de
españoles, entre otros muchos europeos, tuvieran que marchar a aquel país para
sacarle  las castañas del fuego, valga la
expresión.

 

            Sin embargo, los líderes
germanos con la Sra. Merkel a la
cabeza, parecen no haber aprendido nada de la historia y, en lugar de
corresponder a la generosidad con la que fueron tratados hace seis décadas, han
decidido aplicar mano dura a aquellos países que les permitieron regenerar su
economía y evitar una quiebra  segura.

 

           Lástima que este
apasionante capítulo de la historia reciente no se estudie en los colegios
españoles, griegos, portugueses, daneses, irlandeses, canadienses, franceses,
norteamericanos,  y por supuesto,
alemanes. ¡Qué pena!, porque l
a reducción de la deuda
de la República Federal Alemana (RFA) fue clave para su rápida reconstrucción
después de la Segunda
Guerra Mundial; el crecimiento supuso el resurgimiento de Alemania como
potencia mundial y el cumplimiento de las condiciones impuestas, permitió a
Alemania entrar en las instituciones económicas internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional
 y  la Organización
Mundial del Comercio
.

 

            Y no crean que les estoy hablando de las “Guerras
Púnicas”
o del “Descubrimiento de América”, porque
la finalización del pago de la deuda se consiguió hace
solamente tres años, es decir e
l 3 de Octubre de 2010; anteayer, que es
cuando Alemania terminó de pagar su deuda pendiente, según el acuerdo de
Londres de 1953 y después de 92 años
del fin del primer gran conflicto bélico que asoló el continente  europeo; 
hechos reales y tangibles que
en los libros de historia  se  escriben,  pero 
que no se estudian.

 

            Así es que han tardado en
pagar su deuda 57 años; como para que ahora nos quieran obligar a pagar la
nuestra en solo cuatro días y medio.
¡Vamos!, que
el asunto es como  para  seguir  sacando cuello por parte de la Sra. Merkel a pesar de sus triunfos
electorales.

 

            Y es que, tal vez uno de los mayores pecados de la
actualidad sea lo breve de la memoria colectiva, porque mientras se oprime a
Grecia, Portugal, Irlanda, España, etc.,
etc., en una larga agonía que parece
no tener fin y la Eurozona condiciona ayudas para que el país extreme sus
medidas de austeridad, se hace creer que la situación helena es la peor
experiencia que ha vivido Europa en su historia. Y nada más lejano a la realidad.

 

            Existen muchos historiadores económicos que piensan que
Alemania está olvidando parte de su historia y lo que la llevó a ser lo que hoy
es y no podemos olvidar que  Alemania fue incluso más deudora que
Grecia en el siglo pasado
e invitan al país germano a ser más
comprensible con la crisis del Euro, si no quieren enfrentarse a nuevas
demandas por las condonaciones del 50% que se le aplicó en la Segunda Guerra
Mundial en los pagos de las reparaciones de la guerra. Recordemos como os decía anteriormente que Alemania terminó de
pagar la Primera Guerra Mundial, sólo en Octubre del
año 2010
.

 

            Visto lo visto y estando en la situación en la que nos
encontramos, no podemos pensar que la actitud del gobierno alemán es
injustificada, dado que el incumplimiento de pagos que Alemania protagonizó en
el siglo XX con la Primera Guerra Mundial primero, y con la Segunda Guerra
Mundial después, ha sido
uno de los más grandes de toda la historia
. ¿No tendremos que aclararles la memoria?.