Durante el 2013, la organización “sembró esperanza” en más de 23.000 personas a través de los servicios de acogida en las 131 Cáritas parroquiales y a través de sus 204 proyectos
Mujer desempleada de larga duración, que perdió su trabajo a principio de la crisis. Es el perfil de la persona que acude a Cáritas Mérida-Badajoz en busca de ayuda, entidad que en el 2013 acompañó a 759 personas en riesgo de exclusión extrema, formó y buscó trabajo a otras 337 y gestionó 943 ayudas inmediatas dentro del “Programa de personas afectadas por la crisis”, ámbito en el que también se financiaron 14 proyectos y 6 microcréditos.
Para todo ello, Cáritas Mérida-Badajoz invirtió el año pasado más de 3 millones de euros, y contó con la colaboración de 1866 voluntarios, 39 trabajadores, 7277 socios y donantes y otras entidades colaboradoras.
Según han explicado esta mañana, actualmente estamos asistiendo a un empobrecimiento progresivo de la sociedad que cala lentamente, debido sobre todo al alto nivel de desempleo, que hace que los ingresos familiares disminuyan. ·”Estamos viviendo una situación de riesgo. Se está percibiendo una fractura social con cada vez más diferencias entre las personas”, han señalado. Los tres ámbitos más erosionados -han añadido- son el empleo, la vivienda (con los desahucios y problemas de pago en alquileres) y la salud.
CAMINO DE SOLUCIONES
En la situación actual, las familias se mantienen gracias a las llamadas “redes primarias”, como los vecinos, amigos y demás familia. Desde Cáritas advierten de que “ya no estamos en momento de reflexionar por qué estamos en crisis, sino ver qué se puede hacer para salir”. Como propuesta señalan la creación de “espacios de esperanza” y la potenciación de todo lo comunitario para que nadie quede desprotegido, ya que “la suma de muchas cosas puede ser luz para muchos”.