OVEJAS NEGRAS

En estos días asistimos atónitos a los casos de corrupción que afloran en nuestro país.

 

La ciudadanía focaliza sus críticas casi en exclusiva en la clase política, cuando no podemos olvidar que en los citados casos de corrupción aparecen implicados tanto políticos como empresarios, sindicalistas, funcionarios públicos.

 

Es de justicia que los focos no alumbren sólo a políticos, pues otros ámbitos del mundo empresarial, sindical y funcionarial (o mejor dicho, del personal al servicio de la Administración), presuntamente también han cometido hechos irregulares o delictivos.

 

Por ello, el “peso” de la ley debe recaer sobre políticos, sindicalistas, empresarios, personal al servicio de la Administración, y sobre todo aquel/lla que haya cometido hechos ilícitos.

 

         En nuestro Estado Social y Democrático de Derecho, toda actuación debe someterse a la ley y al Derecho. Bajo esta premisa son las instituciones, entendiendo por ello las Administraciones (estatal, autonómica, local) y los poderes públicos (legislativos-Congreso y Asambleas legislativas de las CCAA-, ejecutivos –gobiernos autonómicos-, y judicial –Administración de Justicia-), las que tienen que preservar por encima de todo el ordenamiento jurídico.

 

         Y nunca olvidemos que estos poderes EMANAN del pueblo, en el que reside la soberanía, como propugna nuestra Constitución, y no a la inversa como muchos parecen querer dejar entrever.

 

         Pero que existen algunos políticos corruptos no significa que la clase política sea corrupta, al igual, que por la existencia de corruptela en la clase empresarial, sindical, funcionarial, no es sinónimo de calificar a esos sectores como corruptos.

 

         Si caemos en generalidades estaremos “demonizando” a la totalidad de nuestra sociedad. En todo “rebaño” existen “ovejas negras”, pero la gran mayoría del “rebaño” ha estado y está compuesto por “ovejas blancas”, eliminemos la “ovejas negras”, las restituyamos por “nueva savia de ovejas blancas” y mantengamos las ovejas blancas existentes.

 

         Por que siempre ha habido y hay en la actualidad cientos, miles de gestores públicos/privados que han ejercido y ejercen su labor con honestidad, y siempre con  sometimiento a la ley y al Derecho. Por ellos/as preservemos las instituciones, creo en el Estado Social y Democrático de Derecho, y por el bien de todos: MANTENGAMOS LA CABAÑA GANADERA, eso sí ELIMINANDO LAS OVEJAS NEGRAS.