Quince días antes de la carrera, alguien cercano a Peugeot me comentó que era muy difícil que los nuevos Peugeot 2008 DKR acabaran el presente Dakar en las posiciones altas de la clasificación. “Son muy buenos pero muy nuevos. Las verdaderas opciones de victoria serán en 2.016”, me comentó.
Y tenía razón. La verdad es que el coche tiene muy buena pinta y sabemos que tanto nuestro “matador” Sainz como el hombre Dakar, Peterhansel, van muy rápido con cualquier cosa que les pongan entre las manos pero aun es pronto para este coche. Prueba de ello es que el veterano francés va el décimosegundo.
El Peugeot de Sainz rompió el turbo. El pundonor del madrileño le llevó a terminar la etapa pasadas las dos de la madrugada, toda vez que el camión de asistencia le reparó la avería. Logró llegar de noche por un terreno muy difícil. Toda una heroicidad.
Al-Attiyah continua líder con su Mini. Seguido por tres Toyota. Atentos a éstos que una “laguna” en el reglamento les da ventaja.
Y mientras esto ocurría en coches, camino de territorio chileno, los motoristas españoles Coma (KTM) y Barreda (Honda) siguen en una lucha sin cuartel. Precioso el duelo entre Marc y Joan. El de Honda aventaja en más de doce minutos al de KTM y ambos hicieron la etapa prácticamente juntos. Creo que decidirá la navegación siempre que les respeten las mecánicas y las caídas.