FERNANDO ESTESO, VAPULEADO EN LA CUNA DEL TEATRO

[Img #41076]Resulta que cuando una persona es artista y muestra públicamente su apoyo a una u otra opción política, los votantes, políticos y/o afiliados de la parte contraria, ya no ven en esa persona al artista; ven al enemigo. Esto es España. Y no habrá nada más rancio y casposo que criticar, menospreciar y hasta odiar a un artista por el mero hecho de tener unos ideales y expresarlos públicamente.

 

Durante años y años, una parte de la sociedad nos ha recordado hasta la saciedad, por ejemplo, el fatal final del poeta y dramaturgo Federico García Lorca para ilustrarnos hasta donde llegaba la falta de libertades en una España no muy lejana y para decirnos que, hubo un tiempo en donde se señalaban a los artistas y hasta los asesinaban por pensar distinto. Julio Iglesias y Norma Duval, mostraron en su día su simpatía por el Partido Popular. De igual forma lo hicieron Pedro Almodóvar y el clan Bardem por el PSOE. Y nadie puede olvidar la afiliación en su día al Partido Comunista por parte de Ana Belén y Víctor Manuel. Incluso el actor Tony Cantó, ejerce la política activa en UPyD. Pero son muchos ciudadanos los que ven en estos artistas al contrincante; al enemigo. Muchos desprestigian sus dotes artísticas única y solamente porque piensan distinto.

 

Esta es la España y la Extremadura que de manera torticera muchos políticos quieren que los ciudadanos construyan; la de señalar y poner colores como ya hacían en Alemania a los judíos con la estrella de David. Y toda esta introducción la hago porque el debate que ha levantado el próximo pregonero del Carnaval Romano de Mérida, el actor Fernando Esteso, ha llenado los muros de Facebook de declaraciones de odio, de faltas de respeto y de ansias de ofender que, como emeritense, extremeño, español y como simple ciudadano, me llena de vergüenza. Casposo, rancio, vomitivo, cercano al régimen, facha, antiguo y un sinfín de insultos que «rulan» por las redes.

 

 Me apena como es la vida. Me apena la bajeza moral y cultural de quienes son capaces de tirar por tierra toda una carrera artística más que demostrada solo porque será pregonero del Carnaval Romano. Carnaval, la máxima expresión de reivindicaciones, de cultura, de acercamiento… es en Mérida, un año más, una fiesta manchada por un odio que apesta. Un odio que preocupa cuando viene de gente joven y un odio que da asco, cuando viene de personas mayores que lo que hacen es impregnar de odio al más joven.

 

No conozco la afiliación política de Fernando Esteso y tampoco me preocupa. Lo considero un gran actor cómico con más de 35 películas a sus espaldas, presentador de televisión y actor de teatro. Y por ello lo valoro. Julio Iglesias, Ana Belén, Fernando Esteso… ningún pensamiento, ideología u opinión que ellos tengan, nos debe hacer cambiar nuestra visión sobre sus dotes artísticas. Lamento profundamente que sea en Mérida, referente cultural y artístico y la cuna del teatro y los actores de todo el mundo, en donde se esté linchando de esta forma a un actor como Esteso.

 

Desde estas líneas, aquellas personas que tanto y tanto en sus mítines recuerdan los fusilamientos en una época negra, quiero recordarles que a los artistas hay que respetarlos por sus trabajos y por su aporte a la cultura. Podrán gustar más o menos; para gustos, los colores, pero que no señalen ni pongan etiquetas, como ya se hacía en la España franquista.