NOMBRES PROPIOS SIN PROPIEDAD

Isabel, Juliana y Jenny. Tres nombres propios sin propiedad. No tienen propiedad donde pasar este gélido invierno porque la Junta de Extremadura no quiere. La Administración regional se ha convertido en el primer agente desahuciador de la región. En 2014 echó de sus viviendas a 34 familias. Más de cien en lo que va de legislatura. Ni los bancos hacen esto. Primero estudian las distintas posibilidades, buscan acuerdos con los inquilinos, tratan de llegar a acuerdos. Pero la derecha más derechona del Gobierno de José Antonio Monago no entiende de esto. Hay dinero para Woody Allen y para Pablo Alborán, pero no para unas pobres familias que no tienen agua, luz ni techo. Esta es la política social de Monago y los suyos. Los ricos contra los pobres. Siempre fue así. El poderoso tenía derecho de pernada. Perdida esta atribución del feudalismo ahora el Partido Popular se vale del poder para condenar a la miseria a las familias y a sus hijos. Son datos reales. Son ejemplos fehacientes de una sociedad que el PP está llevando a unos límites extenuantes. Es la fuerza contra la razón. Es el uso y el abuso de leyes que no están hechas para ciudadanos normales. Sólo para ellos, para los que se van de cacería con el pequeño Nicolás, un sinvergüenza más a añadir a la pandilla, y que se quedan tan frescos.

 

Isabel, Juliana y Jenny, junto con sus familias, acampan ya a las puertas de la lujosa urbanización Las Vaguadas de Badajoz, en donde se supone vive José Antonio Monago y convive el alcalde de Badajoz Francisco Javier Fragoso. No les ha quedado más remedio que irse desde Montijo y Badajoz hasta allí, para reclamar una vivienda digna como la Constitución Española garantiza a todos los españoles. En el caso de Isabel la cuestión es más grave: fue el propio Monago el que le garantizó que le daría una vivienda social. Y mientras en otras ciudades de la región, caso de Mérida, se sortean los pisos construidos con el dinero de todos los extremeños, hay tres familias viviendo a la intemperie, durmiendo al raso, porque José Antonio Monago y su gobierno no hacen nada por solucionar un problema realmente grave como es el de la vivienda. ¿Qué hace Jenny con niños pequeños? Pues tirarse a la desesperada a la casa de Monago, a ver si en su palacete se puede dormir por las noches.

 

Isabel, Juliana y Jenny son el ejemplo de tres mujeres coraje que no dan la batalla por perdida. Tienen el apoyo de la sociedad, materializado en Campamento Dignidad, que anuncia una marcha desde Badajoz y hasta Las Vaguadas para que Monago, Fragoso, Hernández Carrón, Teniente y otros tantos altos cargos de la Junta de Extremadura recapaciten. No se puede consentir ni un desalojo más. Estudien por qué no pagan esas familias, no sea que se encuentren que los que no pagan son los políticos, como en el caso de Jenny que hubo un error en la percepción de la renta básica de inserción. Yo me pregunto si éstos y otros no tienen corazón;  no tienen familias para las que desean un futuro mejor; no son capaces de sentarse tranquilamente a analizar las razones que llevan a situaciones tan dramáticas.

 

Isabel, Juliana y Jenny, junto con sus familias, aguantan. A pesar de que el Ayuntamiento de Badajoz les haya mandado una camión para quitarles sus sillas, sus mesas, sus sacos de dormir, sus enseres en definitiva. Incluso la Policía advierte que no se pueden reunir más de 20 personas porque podría ser considerado una concentración que se verían obligados a disolver. Hasta el delegado del Gobierno en Extremadura, el representante de Mariano Rajoy en la región, está metido en el ajo. ¡Qué vergüenza!

 

Isabel, Juliana y Jenny tienen que resistir. Aguantar hasta el final, hasta que las fuerzas no puedan más y demostrar a todos los extremeños que tenemos un Gobierno del Partido Popular que ampara los viajes a Canarias de su líder, el uso de la VISA por parte de Fernando Manzano, y que no es capaz de cumplir sus promesas. Ellas no quieren quitarle la casa a nadie; lo que piden es que no se las quiten a ellas. Pero en dos de los tres casos, ya se han tenido que marchar de su piso. A Jenny le quedan diez días y una deuda de más de 2.000 euros con la Administración regional. No paga porque no tiene. Lo mismo que la Junta de Extremadura: no abona los miles de millones de euros que adeuda a proveedores, bancos y demás porque no llega el dinero. Deberíamos pedir que expropiasen al Gobierno de Extremadura y a la Asamblea, pero con todos los políticos del Partido Popular dentro.

 

Isabel, Juliana y Jenny son tres nombres propios que no tienen propiedad pero sí dignidad. Porque la dignidad es lo último que se pierde en la vida. Por eso, desde aquí, mucho ánimo. Seguid luchando que después de la tormenta siempre escampa. Isabel, Juliana y Jenny tres mujeres que nos hacen ver que los cuatro años de Monago en la Junta son los del atropello y la pérdida de valores, los de la derecha más recalcitrante, esa que disfruta con situaciones de necesidad como ésta.