MIS DESEOS PARA 2016, por Estanislao Martin

   Los períodos electorales marcaron el rumbo y el devenir diario en casi todos los ámbitos de la sociedad en 2015,  dejando el panorama pleno de incertidumbres y al descubierto numerosas carencias de proyectos políticos en ciernes, de proyectos con derivas sin llegar a puerto, y de falacias mantenidas sin rubor alguno durante la pasada legislatura.

[Img #48438]Las caretas llega un momento que se caen y se quedan al descubierto escuálidas figuras que desmerecen  mucho aquello que representaban. Con el rostro al viento cada cual se muestra como lo que es y no como quiere ser o como quiere que le vean los demás.

 

         Los votantes extremeños en 2015 enviaron a la oposición al PP de Monago, y le dieron a Vara una minoría mayoritaria que le ha vuelto a situar en la Presidencia del Gobierno autonómico, sin oposición de ningún partido del arco parlamentario de la Asamblea y con el apoyo de los votos de los diputados de Podemos.

 

         No le dieron a Vara los ciudadanos el poder que otrora tuvo en sus manos y que paradójicamente utilizó para pactar numerosas iniciativas con el partido de la oposición, cosa que parece haber olvidado ahora que de verdad tiene que pactar, al menos con los diputados que se mostraron a favor de su investidura, y que precisamente le han dado un toque de atención importante al presentarle una enmienda a la totalidad que ha sido oportunamente apoyada por el resto de formaciones dejando por primera vez (si la memoria no falla) sin presupuestos aprobados al Gobierno de la Región.

 

         El tan dialogante presidente de antaño parece ahora tener dificultades para pactar unas cuentas necesarias para la realización de políticas concretas con las que se había comprometido.

 

         Por tanto, mi deseo para este año, en primer lugar es que prime el sentido común en nuestra Asamblea de Extremadura, resurja un pacto por Extremadura y se adopten las decisiones oportunas para contribuir a paliar los importantes problemas que tiene nuestra región.

 

         La incertidumbre es mala para todos. Frente a la incertidumbre hay que hacer lo posible por dar estabilidad y que la estabilidad sea lo más duradera posible.

 

         Deseo que nuestros actuales gobernantes no se dediquen a destruir todo lo construido en la etapa anterior y que dediquen sus esfuerzos a paliar en primer lugar las necesidades importantes que tiene nuestra población, comenzando por aspectos básicos de alimentación, vivienda, suministros básicos y necesarios en una sociedad del Siglo XXI, con sólidos pilares de solidaridad, empleo digno, y pongan en marcha de verdad iniciativas sostenibles para que todos los recursos estén a disposición para ser utilizados allí donde se necesiten.

 

         2016 tiene culminar definitivamente aspectos cruciales para nuestro futuro:

 

La definitiva negociación de la deuda histórica, para lo que se requiere un pacto de todas las fuerzas políticas y sociales de Extremadura.

 

El planteamiento y exigencia de un plan especial de industrialización y empleo para Extremadura.

 

Dar un espaldarazo definitivo a la modernización del ferrocarril y a la implantación efectiva de la alta velocidad.

 

Y ofrecer salidas reales a nuestros jóvenes para que puedan desarrollar su actividad en nuestra región y se evite la emigración.

 

         Si como sociedad somos capaces de cumplir con alguno de los deseos expresados, habremos de sentirnos satisfechos, de lo contrario habrá sido otro año perdido, y ya son muchos en los últimos tiempos.

 

         Como regionalista, deseo que el 2016 sea el año de la refundación del regionalismo, de la integración y del surgimiento de una fuerza propia con capacidad real de influir y colaborar en la resolución de los problemas de nuestra Extremadura.