Somos gente sencilla y trabajadora pero no “gilipollas”

Ayer estuve en MONESTERIO junto a los trabajadores y trabajadoras encerrados de la Mina Aguablanca, a los que quieren despedir después de pedirles hace seis meses que aceptaran un ERTE hasta que la Declaración de Impacto Ambiental se aprobara. Ellos lo hicieron y han consumido su derecho al seguro de desempleo convencidos de que lo recuperarían con las nuevas cotizaciones una vez que volvieran al puesto de trabajo. Los han engañado y con ellos a todos y a todas los que en su día entendimos la propuesta. Desde luego a mí. Su causa es mi causa. Porque en esta tierra somos buena gente. Gente sencilla y trabajadora, pero no “gilipollas”. Gente buena, pero no imbéciles.

 

Quiero que sepan todos los que tengan la tentación de jugar con la dignidad de un pueblo como el extremeño que no lo van a tener fácil. Vamos a luchar con todas las armas que la democracia y la política otorgan. “Lo tenéis perdido” me decía alguien hace unos días. “Ya lo veremos. Pero intuyo que no”. Porque lo que no vamos a perder nunca es la dignidad. Y eso es lo que está en juego. Nadie va a engañar las ilusiones y las esperanzas de 400 hombres y mujeres sin pagar por ello un alto precio y un mayor desprecio.

 

Guillermo