CON EL DÉFICIT A CUESTAS MIRANDO A MADRID..Y TAN TRANQUILITOS

Nos da la impresión que aunque se manifieste como lo hace en la actualidad, el Excelentísimo Señor Presidente de la Junta de Extremadura no sabe qué decir respecto al déficit de esta nuestra Comunidad,  que en el mes de enero de 2016 ya ha superado toda la previsión de la anualidad y consideramos que el sr. Fernández Vara  adopta la política de tirar los balones fuera del campo para distraer al personal. El problema no es sólo suyo, es cierto, heredado desde hace años  de gestiones anteriores, entre ellas la suya de 2007 a 2011.

 

Con las pasadas elecciones autonómicas habíamos comenzado una nueva etapa que  se define en la necesidad de nuevas políticas que supongan abordar tres cuestiones fundamentales: atender a la gente, tomar las medidas que aseguren la superación de la crisis económica y una nueva forma de hacer las cosas, más transparente y más participativa, que sólo pueden sostenerse en una nueva gestión  presupuestaria que parece no saberse, no quererse o no poderse hacer, aunque no desdeñamos la labor de la responsable de la economía regional, Dª PIlar Blanco Morales, suficientemente capaz para abordar este asunto con solvencia pero…

 

Se trata de hacer política con mayúsculas con  una acción directa sobre aquellos recursos, de todo tipo,  que tienen traslado al Presupuesto, a este tardío Presupuesto que por fin ha visto la luz.  Para ello  es necesaria una revisión de todo el cuerpo normativo, las leyes autonómicas y sus desarrollos.  Hay que hacer esfuerzos, y no entre la gente sino en la administración para generar ingresos, o dejar de gastar, que a los efectos finales es lo mismo.

 

Es necesaria una revisión de toda la legislación que permita poner en valor el tejido patrimonial de la administración, de las empresas y de los ciudadanos, que permita su compra venta y su rehabilitación y reforma en una audaz  planificación urbanística y territorial, que genere actividad y por ende ingresos directos e indirectos para la administración. Cualquier familia vende en cuanto tiene necesidad de liquidez, sólo nuestra Administración en vez de vender se endeuda cada vez más.

 

La segunda cuestión, sin prejuicio ideológico alguno,  es la de poner en marcha una serie de medidas que hagan posible incrementos sustanciales de la actividad empresarial y productiva, fabricando, manufacturando, creando algo que se venda fuera, sin dejar de prestar atención a la conjunción clima + patrimonio + cultura + turismo, verdadero motor de la comunidad, sin olvidar I+d+i, aun cuando sabemos que se trabaja en ello en Extremadura Avante. Pero no se hace y se abandona la posibilidad de contar con nuevos ingresos directos e indirectos, que se sustentan en una sólida actividad económica.

 

La tercera es la de cuadrar la administración, acabar con los privilegios funcionariales, porque en el actual mercado de trabajo son privilegios y no otra cosa, y terminar con la pléyade de amigos sin cualificación o innecesarios en todos los ámbitos de la administración. ¿Por qué  hay tantos asesores de los grupos en la Asamblea de Extremadura? ¿Cómo es posible que en un Ayuntamiento de 1.500 trabajadores el Señor Alcalde no encuentre uno de confianza para su gabinete y se lo tenga que traer de su  partido? ¿Son necesarias las empresas públicas compitiendo con las privadas en sectores atendidas por estas, o son puntos de colocación de personal vinculado?

 

Al final,  la política se reduce a ocupar el poder y gestionarlo administrativamente, sin hacer cambio alguno de orientación en las leyes que rigen nuestra actividad social, económica o cualquier otra. Es por ello que parte de los electores han detectado este error y han abandonado sus lealtades y otros ciudadanos menos identificados políticamente no se fían de los políticos tradicionales, han llegado a la conclusión que para gobernar hay que quemarse en el intento, rodearse de los mejores y practicar políticas directas que más pronto que tarde vean los ciudadanos que les son beneficiosas.

 

Es por ello que el reto político de la gestión del déficit es el de gerenciar una gran reforma, Sr Presidente de la Junta de Extremadura,  y no hablamos de grandes y significativos gestos, se trata de revisar, simplificar, ordenar, coordinar aquello que haya que someter al beneficio de la región con  políticas eficaces,  adaptadas a los tiempos y circunstancias actuales,  que generen ingresos y reduzcan los gastos sin dejar de atender a la gente que lo necesita de verdad.

 

Si no hay acuerdo, explicarlo y que los ciudadanos vean posicionamientos y posturas, que vean como los intentos reformistas de un gobierno como el suyo son bloqueados por las posiciones de los grupos de la oposición, llegado el caso. Desenmascarar parlamentariamente a quien no quiere dejar hacer nada haciendo una propuesta, aún cuando se presume de la falta de mayoría de la misma por aritmética parlamentaria es bueno, es mucho mejor que administrar para nada, pensando solamente en que la solución venga de Madrid, ¿Para eso la autonomía? Señor Presidente, la cosmética puede valer en un momento determinado pero empiece por la cirugía.

 

Los ciudadanos agradecerán postulados comprometidos y valientes en un proyecto de reforma integral adaptado a los tiempos. Ojo,  ya han pasado nueve meses de esta legislatura, el tiempo pasa volando y el déficit sigue creciendo y el a. 2018, que se cita como meta, está ahí, y antes hay que aprobar dos Presupuestos más. Sr Fernández Vara, busque soluciones y encuentre a quien sepa de hacer estas cosas, los equipos limitados en buenos tiempos pueden aparentar eficacia, en tiempos difíciles sólo los que dominan la situación,  saben analizar el panorama y ofrecer soluciones idóneas para solventar las dificultades, conociendo los problemas, le ayudarán a conseguir el objetivo soñado.