Podría
pensarse aquello de que; qué tiene que ver el tocino con la
velocidad. Pero incluso cualquiera podría deducir que evidentemente
a mayor cantidad de tocino, tripero o situado en otras regiones
estratégicas corporales, menos velocidad tendremos corriendo. Y algo
así me sucedió con la lectura de una noticia que leí en la prensa
de Barcelona, sobre el descubrimiento de un baptisterio en la iglesia
de los Santos Justo y Pastor y que demostraría la presencia de dos
núcleos episcopales en el s. VI . Pero esta noticia, que sólo
podría interesar a los nos gusta esta época, les dio pie para sacar
unas conclusiones políticas, como; que esto demostraría
la relevancia de Barcino en el imperio
visigodo… El hecho de que se confirme
que la Barchinona
visigoda fue una ciudad con dos núcleos obispales supone que,
pese a su reducido tamaño, «tuvo un peso importante en la etapa
visigoda, que continuó ejerciendo posteriormente como centro de
poder».
Quien
conozca un poco la historia de este período sabe que muchas
poblaciones, en las cuales hubo una sede episcopal, tuvieron con la
llegada de los visigodos, dos, la oficial arriana que habitualmente
desalojó de sus edificios e iglesias, a los obispos católicos
hispanorromanos, y colocó a los arrianos, cuya fe, negando la
Trinidad, profesaban los godos.( En Mérida, se pueden seguir en el
libro de las “Vitas”, escrito posiblemente en el s. VII, las
controversias del obispo arriano Sunna con el católico Masona). Esta
consideración, rebajaría la importancia que se le quiere dar a este
hecho atribuyéndole “un peso importante…como centro de poder”.
Y
es que cualquier elemento histórico es factible de manipular para
llegar a unas conclusiones, que ya teníamos establecidas de
antemano. Pero además me vino a la mente por aquello de Unitarios y
Trinitarios, el debate existente en la actualidad entre unionistas y
federalistas, sobre todo en el partido socialista. Cierto es, que la
opinión general es cada día menos proclive a las Autonomías,
cuando menos, supongo, al federalismo, que viene a ser casi lo mismo,
pero con otro nombre. Yo soy de los que opinan que las Autonomías
han sido un elemento equilibrador entre todos los territorios
españoles, ya que en un estado centralista y sobre todo dictatorial,
siempre se acaban invirtiéndose todos los recursos nacionales en
aquellos que más lloran, o que más chantajean, lo hizo Franco que
acrecentó, las diferencias territoriales, produciendo unos
desequilibrios poblacionales y económicos terribles, incluso Primo
de Rivera.
El
tema del federalismo me ha traído a la mente la Primera República
española, y he vuelto a sacar de las estanterías viejos libros, que
reflejan este período, algunos dedicados a los niños de la
escuela, como; “El niño republicano” editado en 1932, en el se
afirma que; “La República es federal o federativa, cuando varios
Estados con elementos propios de nacionalidad cada uno pactan o
contratan una unión que se basa en puntos de coincidencia o de un
interés común”.
Por
lo tanto la idea de una federación incluye el hecho de reconocer la
existencia de unas naciones independientes, y aquí en España el
proceso sería al contrario, no hay naciones independientes y con
ello, se quieren considerar como tales.
Quizás
nos hemos olvidado de los acontecimientos que se produjeron con la
creación de la Primera República y el federalismo que se quiso
instaurar.
La
voluntad democrática de la libertad de elección que impulsaban
desató todos los demonios interiores de los españoles, que en fondo
constituyen una parte de nuestra idiosincrasia. ¿Por qué voy a ser
yo menos que el otro? Así pues, todo el mundo pensó que si se
establecía que cada uno podía ser soberano, no había motivos para
continuar bajo la influencia de otros.
En
Extremadura, Coria, Hervás y Plasencia se independizaron de Cáceres.
Pero también lo hicieron Cataluña, Málaga, Cádiz, Valencia,
Granada; Sevilla, Cuenca y un largo número de provincias. Pero
incluso dentro de estas se producen pronunciamientos
independentistas. Como, Alcoy, Almansa, Andújar, o Jerez que se
independiza de Cádiz, pero prefiere pertenecer a Madrid, O Cartagena
que se constituye en Cantón. Pero la independencia cuesta mucho
dinero y ataca a Alicante y Almería para exigirles fondos. Casos
curiosos podrían ser el de Jumilla que envía un documento a Murcia
indicando que: “Desea vivir en paz con todas las naciones vecinas”.
Pero les anuncia que si la nación murciana hollara su territorio
entonces, “se defenderá como los Héroes del dos de mayo” y
amenaza con llegar hasta Murcia donde no dejará piedra sobre piedra.
Incluso Utrera se independiza de Sevilla, que le envía un ejército
para someterla ¡Y pierde la batalla¡ Casi repitiéndose el chiste
en el que Lepe le declara la guerra a China, pidiéndole que le diga
cuántos soldados tiene. Ante la contestación del gobierno chino
diciéndole los millones que componen sus fuerzas armadas, Lepe
desiste de la hacer la guerra, porque. “No tenemos sitio para meter
a tantos prisioneros”.
Betanzos
lo hace de la Coruña…, y la lista sería larguísima. El
presidente de la República, Pi y Margall, dimite y Salmerón que
le sucede, envía a Pavía y al general Martínez Campos a dirimir
los conflictos volviendose en dos meses a la normalidad y acabando
con la locura del federalismo.
El
problema de los españoles, es que en los textos de historia que
estudiamos sólo se estudia lo que interesa a la ideología del que
manda en ese momento. Y no es que no tengamos memoria, como se dice
con frecuencia, es que difícilmente puede alguien recordar algo,
cuando nunca lo ha sabido.
