La sofisticada y colorista lencería con vistas al exterior de Andrés Sarda ha arrancado hoy la 57 edición de la Mercedes-Benz FashionWeek Madrid, pasarela que se prolongará hasta el próximo viernes, y por la que pasaran un total de 42 creadores, a los que se suman 20 diseñadores emergentes.
Tras una temporada sin
desfilar en la pasarela madrileña, Núria Sardá, a los mandos de la firma que
creó su padre hace más de cincuenta años, ha subido a la pasarela una colección
en la que el sujetador será el principal protagonista para la temporada otoño-invierno
2013-2014.
Prenda
que ha mostrado en unas ocasiones su faceta más sensual y en otras su lado más
lúdico y misterioso. «Es una colección inspirada en las musas y muestra
las dos caras de la mujer: luminosa y sutil», ha explicado hoy a EFEstilo
la diseñadora Núria Sardá.
El
desfile comenzó con una propuesta en color rojo, realizada en raso y encaje,
tejido que, en distintos colores ha sido una constante en toda la colección.
«El encaje me gusta, sobre todo el ‘Chantilly’ y, en esta ocasión, lo he
utilizado en estilismos completos para la versión alta costura», ha
detallado.
En
cuanto a la paleta cromática, Sarda ha recurrido a sobrios y elegantes colores
como el amatista, el rosa inglés, el morado, el púrpura, el verde musgo, el
rojo, el negro, tonos que también se ha visto en estampados caleidoscopio, que
se adornaban con flocados de terciopelo y cristales de «Swarovski».
Adornadas
con casquetes de plumas, las modelos han exhibido «shorts» de encaje,
«bodys» con un elegante estampado de leopardo, ligueros, medias de redecilla,
prendas lenceras que se abrigaban con estolas de piel, bufandas de plumas y
abrigos de zorro, firmados por Silvina Marotti.
La
muselina de seda, el tul, el «voile» y, una vez más, el encaje dieron
paso a los modelos más atrevidos y sofisticados, todos ellos bañados en negro y
realzados con accesorios de reminiscencias futuristas y eróticas, realizadas
por el creador Assad Awad.
Cerró
el desfile una fabuloso vestido azul de fantasía confeccionado a base de capas
de tul, que dejaba al descubierto un «body» de encaje. Muchos de los
modelos se adornaban con piezas «vintage» de la firma L’Arca de
L’Avia.
