Música y pasarela, una relación a prueba de modas

¿Se imaginan un desfile de moda sin música? Sobre la pasarela sólo se oiría el paso firme de las modelos, los flashes de los fotógrafos y los incómodos pitiditos de los teléfonos inteligentes. Un «glamour» silencioso muy difícil de entender.

[Img #25355]La música es una pieza indispensable en el engranaje de las
pasarelas de moda. El fondo musical marca el ritmo de las telas sobre la escena
y una mala elección sonora puede hacer fracasar una buena colección.

 

«Un desfile es un trabajo coral y son muchos los
elementos que contribuyen a una buena presentación de la colección. La música
es uno de ellos». Así se expresa Lucía Cordeiro, directora ejecutiva de
ACME (Asociación de Creadores de Moda de España), que considera, además, que
cada día tiene un papel más importante.

 

Algunos diseñadores, incluso, definen su trabajo en clave
musical. Esta misma semana, en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid (MBFWM),
Francis Montesinos rescató sus mejores diseños de los años 80 y realizó un
sincero homenaje a las canciones de aquella época.

 

«Es la Movida. Y yo tuve la suerte de estar ahí»,
declaró el modisto valenciano a Efestilo durante la presentación de su
propuesta para la próxima temporada. Una sorprendente interpretación de la
canción «Ni tú ni nadie», de Alaska y Dinarama, con los actores del
musical «A quién le importa», vestidos con los nuevos diseños, cerró
su desfile.

 

Otros optaron por sonidos más clásicos, como Maya Hansen,
que recuperó la ópera y los sonidos de los alpes durante su desfile de esta
semana con el fin de envolver su colección, Edelweiss, en un marcado estilo de
imperio austrohúngaro. Por cierto, los vestidos de esta diseñadora han tenido
perchas tan sonoras como la emperatriz del exceso, Lady Gaga.

 

La música inspira, muchas veces, el mundo de la moda. Para
la modelo, cantante de The Cabriolets y ahora diseñadora Bimba Bosé, es algo
esencial. «Pero no sólo para el espectáculo, también es importante para
los modelos. El ritmo les ayuda a potenciar su actitud. Toda esa energía se
contagia al público y le hace sentirse partícipe de lo que está ocurriendo
sobre la pasarela», destaca.

 

Bimba Bosé hace estas reflexiones después de haber
presentado el miércoles su primera colección, en la que contó con la estrella
del rap Dominique Young Unique como maestra de ceremonias.

 

El deseo de convertir la pasarela en un espectáculo único ha
derivado, muchas veces, en experiencia musical. Coreografías sobre la alfombra,
actuaciones en vivo, músicos en la escena…todo vale Sin ir más lejos, Bimba
ya ha cantado en una pasarela junto a Mario Vaquerizo y Alaska para una
colección de su amigo David Delfín en la edición de MBFWM del año pasado.

 

Y como ella, una estela de estrellas del universo pop. Desde
una espléndida Beyoncé, la semana pasada, en la pasarela de Londres a, por
ejemplo, su marido Jay-Z junto a Kanye West y Nicki Minaj interpretando sus
éxitos en el siempre esperado -y popular- pase de ropa interior de Victoria
Secret en Nueva York.

 

Además de este tipo de artistas, hay otra figura
imprescindible en estos eventos: el diseñador de sonidos. José Ignacio Simón,
que lleva 20 años enfrentándose a la banda sonora de la moda, considera que su
trabajo «es un elemento de comunicación de imagen de la firma».

 

Habitual en los desfiles de Ángel Schlesser, Simón tiene
claro que, «partiendo de un constante contacto con el diseñador», su
tarea consiste en buscar recursos musicales que conecten con el público y
«refuercen el impacto visual de la obra».

 

Sin descartar el uso del silencio -«es una herramienta
-dice- muy efectiva pero se debe utilizar en dosis muy controladas»-,
Simón defiende el poder de la música para transmitir sentimientos y emociones.

 

De igual manera, Bimba Bosé no concibe un desfile mudo.
«Aunque se han hecho algunos, para mí crearía una extraña atmósfera. Hay
mucho trabajo y mucha ilusión detrás de una colección y sólo tienes unos
minutos para compartirlo con la gente. Las piezas deben encajar y la música
juega un papel fundamental para que todo fluya. Se trata de aumentar la fiesta
de la moda», recuerda.

 

Esta vitamina sonora no siempre fue así. Según desvela Lucía
Cordeiro, «ha habido desfiles sin música; Balenciaga y todos los de una
época, en la que lo único que se analizaba era la colección y las prendas que
la componían».

 

Ese tiempo ya pasó. Es el momento del espectáculo y todos
los recursos son necesarios. El color, las formas, la música, el ritmo… todo
explota en conjunto para esa gran fiesta de la seducción que es un desfile de
moda.