Lo ha denunciado Pedro DÍAZ SAMINO
periodista de Jaraíz de la Vera, lo ha hecho Luciano FERNÁNDEZ GÓMEZ Diputado del PSOE en la Asamblea de
Extremadura y lo hace hoy del mismo modo, José Luís ARELLANO HERRERA
colaborador de distintos medios de difusión, que solo pretenden llegar al
corazón y a la mente de todos los extremeños sensatos, para hacerles ver,
que lo que los frailes jerónimos
(inquilinos del Monasterio de Yuste), han hecho con parte de nuestro patrimonio
cultural -que es de todos los
extremeños-, no tiene nombre.
Al parecer, más de 40.000
libros, legajos y manuscritos de incalculable valor histórico, han sido
regalados gentilmente por los ex-inquilinos jerónimos a la Universidad de
Comillas en Madrid, más el legado particular de
Vicente Cadenas formado por más de 10.000
ejemplares y todo ello como si se tratara de regalar una caja de
bombones, sin darse cuenta que esta cesión representa
una gran pérdida para Extremadura, que se ha quedado sin una biblioteca
excepcional de muchos siglos y que esperaba encajonada, la terminación de las
obras en el Monasterio, para reposar en un lugar emblemático para siempre.
Según comentarios del escritor jaraiceño José Vicente SERRADILLA, existía
un manuscrito
firmado por Fray Juan de Córdoba, que había sido juglar anteriormente en la
Corte de Manuela de Portugal y que se hizo monje para escapar de la Santa Inquisición,
pues era homosexual, recalando en Yuste, donde murió y dejó escrita de su puño
y letra el manuscrito que ha inspirado la última obra del escritor jaraiceño. Es decir una obra de incalculable
valor.
El Director de la Biblioteca de Extremadura Don
Joaquín GONZÁLEZ MANZANARES comentó en su día que pese a las gestiones realizadas
por el Gobierno de Extremadura, la Fundación Academia Europea de Yuste,
Patrimonio Nacional, la Mancomunidad de la Vera y el Ayuntamiento de Cuacos de
Yuste, la Orden Jerónima, tras desligarse de Yuste a consecuencia de las obras
de rehabilitación del Monasterio, ha optado finalmente por desprenderse del
fondo de la biblioteca a finales del 2.011,
en vez de que volviese a su lugar de origen.
Pero todos deberíamos preguntarnos; hasta qué
punto los frailes jerónimos que se han marchado a otro lugar, pueden
considerarse propietarios de un fondo cultural tan nuestro, tan extremeño, tan
histórico y tan emblemático como esos miles de libros, que forman parte de
nuestra historia y nuestra cultura, cuando además sabemos por los comentarios
de prensa, que en el Monasterio de Yuste
y a partir del próximo día 10 de Marzo, van a residir los dos primeros frailes
polacos de la Orden de San Pablo Eremita (Comunidad Paulina) y además con el
apoteósico recibimiento del Cardenal-Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia
Episcopal Española Don Antonio María
Rouco Varela, por si fuera poco.
Y nos preguntamos todos: ¿Es que este traslado de los libros del Monasterio fuera de la
comunidad, no podría haber vulnerado la Ley 2/1999 de 29 de Marzo de Patrimonio
Histórico y Cultural de Extremadura, tal y como nos dice Don Luciano FERNÁNDEZ?.
En este sentido, el Diputado socialista ha
indicado que el artículo 21 de la citada Ley define como integrantes del
Patrimonio Histórico y Cultural extremeño aquellos “bienes muebles” (…) que pese a no haber sido objeto de
declaración ni inventario, posean los valores que el artículo 1º de la Ley
reconoce “a aquellos bienes materiales (…) que sean merecedores de una
protección y una defensa especial”.
Y no queda aquí la cosa, sobre todo si tenemos
en cuenta que el Obispado de Badajoz, no solo se llevó de MÉRIDA todo el
archivo histórico y hasta el Tribunal eclesiástico, que pertenecía a la
cabecera de la Sede Metropolitana Emeritensis -que ya es algo-, sin que nadie
haya dicho ni pío; sino que además está preparando el cambio desde LOS SANTOS
DE MAIMONA, para llevarse igualmente a Badajoz, el archivo histórico de la
parroquia de la ciudad, que guarda documentos desde el siglo XVI, alegando una
mayor seguridad en la custodia de los mismos, como si en Los Santos de Maimona,
los archivos históricos estuvieran al alcance de cualquiera.
Se ve que a partir de ahora, el centro de
investigación eclesiástico provincial lo quieren centralizar en la ciudad de
Badajoz, así es que todos los investigadores o historiadores que necesiten
hacer alguna consulta en los archivos, no tendrán más remedio que acercarse a
la ciudad capitalina para conseguirlo.
Pero mi pregunta personal va mucho más allá: ¿Es que la alta jerarquía de la
Iglesia Católica Apostólica y Romana, en este caso el Arzobispo de
MÉRIDA-BADAJOZ Don Santiago GARCÍA
ARACÍL, como máxima autoridad eclesiástica en Extremadura, no tiene ninguna responsabilidad en el
ámbito de esos traslados?. Algo tendrá que decir al respecto. ¿O no?.
