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Razones para el ocho de marzo, por Emilia Guijarro

OPINIÓN
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Muchos son los que se preguntan si sigue habiendo razones para celebrar o reivindicar el ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Hay trescientos sesenta y cinco días en el año y trescientas sesenta y cinco razones para que todos sean ocho de marzo. Sólo el 9 de octubre de 2012 conocimos la terrible noticia sobre Malala Yusufzai, una niña pakistaní de 15 años, que recibió un disparo en la cabeza por parte de un pistolero talibán en respuesta a la campaña que puso en marcha contra la destrucción de los colegios para niñas en su país.
El día cinco de enero supimos que en la India había sido violada, en un horrendo crimen múltiple, una joven estudiante de fisioterapia sin que nadie lo impidiese, porque en la India se viola una mujer cada veinte segundos, y en pocas ocasiones los culpables son condenados.
No se habían apagado el eco de las manifestaciones por el brutal asesinato de la joven estudiante cuando otro crimen terrible sacudía al mundo, tres hermanas adolescentes fueron violadas, asesinadas y arrojadas en un pozo. 
Ayer, sin ir más lejos, firmé una petición contra la violación masiva de mujeres en Somalia por los soldados del ejercito nacional que se financia con fondos de la ONU, porque la violación sigue siendo un arma de guerra. 
Pero no hay que irse tan lejos, no hay que ir a Méjico o a América Latina para encontrar crímenes execrables, porque aquí en menor y mayor escala, cada día hay más mujeres expulsadas del mercado laboral, mujeres prostituidas en régimen de esclavitud, mujeres que sufren una brecha brecha salarial mayor, mujeres que padecen maltrato, mujeres a las que los recortes han convertido en trabajadoras de segunda categoría, porque por cuidar a sus mayores tienen que pagar ellas la cuota de la seguridad social, y así podríamos estar trescientos sesenta y cinco días encontrando razones para hablar de los derechos de las mujeres. 
Así que digan ustedes si sigue habiendo razones para «celebrar» el ocho de marzo. Convendrán conmigo en que hay cada año al menos 365 razones para ello.

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