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OTROS EFECTOS DE LA CRISIS

OPINIÓN
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En una conferencia de hace unos días, se
enmarcaba la situación de crisis que atravesamos y los efectos que sobre la
salud está teniendo. Una de las diapositivas que nos presentaban decía que “los
recortes perjudican seriamente a la salud”. Eran muy ilustrativas porque nos
hacían ver qué otras repercusiones está teniendo en los ciudadanos, en su salud
mental y bienestar físico en general.

 

Es cierto que cuando hablamos de los efectos
de la crisis, los razonamos en la mayoría de las ocasiones en los efectos que
tiene sobre el desempleo fundamentalmente, puesto que es el principal problema
que existe en nuestro país para el 80% de los ciudadanos. Desde la crisis, el
desempleo ha alcanzado unos niveles que no se registraban desde hace casi dos
décadas y en 2013 todo apunta en la misma dirección. Es decir, se seguirá con
la dinámica de no poner las finanzas a favor de la economía real, que es una de
las conclusiones que se desprenden de las manifestaciones del Presidente Rajoy,
al negarse a cambiar las políticas que lleva aplicando desde hace más de 15
meses y que están ahondando en una gran brecha social entre los ciudadanos.

 

La última encuesta del INE sobre los costes
laborales certifica cómo la relación de otros efectos de la crisis repercute de
manera desigual entre los trabajadores de las Comunidades Autónomas. El coste
laboral de las empresas baja un 3,2% en el cuarto trimestre de 2012 respecto al
mismo periodo del año anterior, siendo la tasa de variación más baja de los
últimos doce años pero el coste salarial bajó en España un 3,6%, siendo la
Comunidad de Extremadura en la que más se han reducido con un 8,8%.

 

Los salarios no son sólo un factor de coste,
sino que constituyen un ingreso para que las personas adquieran bienes y servicios.
Una reducción de salarios como la que se viene produciendo, reduce la demanda
interna de la producción de las empresas y ello puede dar lugar a una pérdida
de puestos de trabajo, con lo que la franja de las desigualdades en territorios
se agranda, al producirse una disminución de los ingresos de las familias.

Consecuencias y efectos de los que deberían
tomar buena nota los Gobiernos central y autonómico, por lo que sería muy
necesario que las políticas se adaptaran a las situaciones específicas de cada
Comunidad, para que no se produjeran mayores cotas de desigualdad, pues la
disminución de ingresos profundiza en que cada día haya más vulnerabilidad
social, más riesgo de pobreza y mayor riesgo de exclusión, que
consiguientemente ahonda en una mayor divergencia entre los ciudadanos de un
mismo país.

 

Más allá de los números que resultan en
muchos casos difíciles de comprender, las estadísticas oficiales vuelven a
situar la confirmación de una  realidad
que viven muchas familias que están sufriendo para llegar a final de mes,
porque mientras sus ingresos son cada vez menores, el coste de la vida no para
de incrementarse. Son los otros efectos de la crisis, que los sufren cada día y
en mayor medida los sectores más débiles.

 

Mientras los ciudadanos, nos seguimos aún
asombrando de leer titulares como que las grandes empresas e instituciones
financieras españolas ganaron dinero en el pasado año y sus directivos vieron
incrementados sus sueldos o consiguieron indemnizaciones estratosféricas.

 

Vivir en la pobreza pese a tener un trabajo y
un sueldo, es una situación que según los datos oficiales se está convirtiendo
en un entorno social cada vez más en aumento, es uno de los efectos provocados
por la situación de desigualdad que está haciendo posible la crisis. Son los
otros efectos de la crisis sobre los que no se repara tanto, pero que hacen que
cada día seamos más vulnerables en salud y bienestar.


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