Los Ecologistas piden un reconocimiento a la labor del agricultor en el día de la lucha campesina

La asociación Ecologistas en Acción Granadilla ha reclamado por boca de su portavoz del Área de Naturaleza, Carlos Pino, un reconocimiento de la dignidad de los labriegos por su labor de continuidad en una tarea que, aunque pasa inadvertida, contribuye a cuidar el medio ambiente y la biodiversidad de la naturaleza.

            Pino ha
reclamado una lucha contra la precariedad en el campo, la igualdad entre el
hombre y la mujer y el reconocimiento de la labor campesina en la conservación
del medio ambiente y el patrimonio rural, «al producir una economía
familiar que permite que el medio rural sobreviva de manera estable».

 

            En este día,
la asociación denuncia la precariedad en el cultivo de la aceituna que, con
unos precios muy inferiores al trabajo que se le dedica al cultivo, hace
peligrar la rentabilidad del olivo y su cuidado, lo que constituye una amenaza
para el principal ingreso de los campesinos de la comarca.

 

     De otro lado, el
portavoz de Naturaleza de la asociación destaca la lucha campesina por la
continuidad de la producción de cultivos de autoconsumo, de productos que
generan un ingreso invisible, pero al mismo tiempo una biodiversidad muy
importante en semillas y plantas, al producir los alimentos más necesarios,
como cebollas, patatas, judías verdes, calabacines, pepinos, berenjenas,
lechugas, etc., que, además de enriquecer una variada dieta alimentaria,
permite un  ahorro en alimentos de un 60
por ciento.

 

            Pino ha
subrayado también que esta cultura campesina transmite su conocimiento a los
jóvenes que, acabados sus estudios, no encuentran una oferta de trabajo en esta
crisis global, y les permite establecerse en los pueblos para conectar un
debate entre la sabiduría campesina de los ancianos y su propia creatividad.

 

            Por último,
Ecologistas en Acción Granadilla anima a cultivar con la naturaleza y no contra
ella, producir por la calidad de los alimentos y no por la cantidad, producir
vida en el campo y mantener la esperanza de que se consuma de manera
responsable en un mercado justo.