Doce veces un cuento

Dentro de la programación de la Feria del Libro de Cáceres hay un espacio reservado para la infancia. Cada año se elige un libro dentro de esta categoría; se avisa a los colegios, para que puedan ir preparados a la cita, y se acuerda con el/la autora/a un día para el encuentro, y el resto de los días, un animador sociocultural cuenta la historia.

Pero en
esta ocasión han elegido un cuento escrito por una cuentacuentos, de modo que
tenían el pack completo en un sola persona.

Esa persona
era yo, y sin embargo para mi era un desafío. Como narradora oral estoy
acostumbrada a contar cuentos de viva voz en sesiones continuas, donde por lo general no repito nunca la misma historia,
aunque las sesiones sean tres y vayan de seguido. Sin embargo, en este caso se
me pedía contar y conversar doce veces el mismo cuento.

Durante
los días 24, 25, 26 y 29 de abril, en la carpa de Autores, entre las nueve y
media y las doce y cuarto de la mañana, se ha escuchado doce veces la historia
“Las tres cerditas y la inspectora medioambiental”, contada a 150 niñas
y niños de varios colegios cacereños.

Desde la
organización se solicita de los centros que, previo a la actividad en la carpa,
los niños y las niñas conozcan la historia y puedan con ello elaborar sus
propias reflexiones, profundizar en el relato a través de la conversación e
incluso hacer críticas
constructivas. Pero vivimos un momento donde el exceso de información nos tiene
colapsados y algunos de los centros llegaron a la carpa con una vaga idea sobre
un cuentacuentos, sin saber siquiera que solo habría un cuento y que estarían
con la autora. Por ello, los resultados no han sido homogéneos, aunque nunca lo
son cuando se trata de personas.

Resumiendo
les contaré que los niños y niñas que habían leído el libro llegaban cargadas
de propuestas sobre una posible segunda parte. Las niñas criticaban el que solo
aparezcan chicas y los niños encontraban que era razonable pues en la historia
de los tres cerditos solo hay chicos. En general les preocupaba mucho que la
mamá cerdita hubiera dicho a sus hijas que era tiempo de irse de casa… hemos
quedado para conversar dentro de 10 años sobre su deseo de permanecer en el
hogar. Quienes llegaban a la actividad sin saber nada de la historia, en el
momento en que se hablaba de las casas de paja decían con horror que en una
casa de paja no se puede vivir, para ver con asombro lo bonita que es la casita
de Kora, la cerdita que construye con balas de paja.

Indudablemente
el día más difícil para mí, pero igualmente gratificante, fue la visita del
grupo de PROA, con 50 personas que llenaron la sala, que escucharon atentas y
que después conversaron conmigo de las tres erres: reduce, reutiliza, recicla.

“Las tres
cerditas y la inspectora medioambietal” es una historia espejo, donde por
supuesto la loba da miedo, pero es buena. Y la cerdita más responsable es la que
construye en paja para que su huella ecológica sea pequeña, aunque su nivel de
confort es muy bueno.

La
segunda parte ya está en proceso, pues este libro es de 2008 y me han llegado
algunos correos de jóvenes lectores pidiéndome que les cuente donde vive Frida
Loba, la inspectora, y tal como hice la primera vez, pido ayuda para bautizar a
los personajes. Esta vez dos sapos asesorarán a Frida y a Kora en nuevas
técnicas de construcción. Si quieren ayudarme pasen por mi blog para dejar sus
sugerencias, www.carmenibarlucea.info ¡gracias
anticipadas!