Escuchaba en un programa de radio un debate acerca de la ceremonia de confusión en que nos tienen envueltos a los ciudadanos en relación con determinados sucesos y noticias que están pasando en nuestro país. Son tantos los acontecimientos que suceden, que nos resulta difícil poder concretar cuál de los mismos está teniendo una afectación mayor en general para la ciudadanía.
A los sucesos diarios, hay que sumar además
la dificultad que representa para los ciudadanos poder sintetizar esas
noticias, puesto que en no pocas ocasiones son varios los responsables
políticos del partido en el Gobierno que salen a defender las posiciones con
argumentos incluso distintos entre ellos.
Esta situación comentada en el debate
profundizaba concluyendo de que nadie después de un tiempo, era capaz de
contestar con seguridad sobre el resultado final de lo que estaba todo ello
suponiendo. Es como si todo esto formara parte de una estrategia diseñada y
programada, para que los ciudadanos no seamos capaces de llegar a conocer con
exactitud todo lo que se está tramando para llegar a un objetivo aún por ver.
Buena parte de ésta conclusión pudiera tener
su efecto, pues al margen de lo que son las cifras del paro, del PIB, de la
prima de riesgo y de alguna más, nadie ha sido capaz de concluir con las cifras
concretas de lo que nos está suponiendo todo lo que está pasando.
Pasa algo parecido con lo del asunto de los
sobresueldos en el Partido Popular y con las declaraciones de Carlos Floriano
cuando ha dicho que “no se cobran sobresueldos, ni sobrenada. Se cobran
sueldos. Y esto es lo que hay”. Ha reconocido que perciben sueldos y que unos
reciben una parte como cargo público y la otra parte por el Partido.
Muchos de los actuales responsables del
Partido Popular son Presidentes de su Comunidad y al mismo tiempo ostentan la
máxima responsabilidad en su partido. Ahora se ha reconocido y admitido en
algunos de ellos una doble compensación económica por el ejercicio de su
responsabilidad política y orgánica.
Una doble compensación que en algunos casos
se aproxima a otro “sueldo” de la misma cuantía que lo que es su retribución
por el desempeño en dedicación exclusiva de la responsabilidad máxima en su
Comunidad.
Se viene reclamando la necesidad de que todas
las retribuciones de los políticos sean públicas y que se lleve a cabo el mayor
ejercicio de transparencia posible. Los representantes de los ciudadanos
deberían dar ese ejemplo y ser los primeros interesados en que no se generara
ninguna duda en cuanto al ejercicio de su responsabilidad en todos los
sentidos. Qué mayor ejercicio de transparencia que el no tener que responder
porque todo se pueda conocer.
Este tiempo no nos deja digerir con
normalidad los acontecimientos y éstos pasan con frecuencia y con mucha rapidez.
Los rescatadores de los bancos se prejubilan o jubilan y se van a otras
actividades o a sus casas con unas buenas indemnizaciones o pensiones mientras
que a ciudadanos se les desahucia o a los empresarios se les niega el crédito.
Nuestro país vive en una situación de
emergencia económica y social, y el Presidente Rajoy nos pide paciencia y
confianza en sus políticas mientras éstas siguen destruyendo empleo y
aumentando la lista de los que no cobran ni sobres, si sobresueldos, ni
sobresnada.
La conclusión del debate nos decía que esto
que está pasando, está cada vez más planificado y que la ceremonia de la
generación de confusión no es casual. Algo parecido a lo de los sobres, aunque
aquí por lo menos ya han reconocido que sí que los cobran.
Floriano, lo ha dicho “En Génova no se cobran
ni sobresueldos ni sobrenada. Se cobran sueldos. Sueldos”. Pues blanco y en
botella, que se dice.
