El gobierno de
Rajoy, tenía que optar por seguir al pie de la letra lo que había prometido en
su programa electoral, que es lo que con certeza quería hacer pero al “abrir la
caja” y ver lo que había dentro, aparcar, que no olvidar y adaptar su programa electoral a la situación que a
España se le venía encima, y ya no hablemos de la herencia, que fue un legado que no se podía aceptar ni a titulo de
inventario, porque en el inventario no había bastante.
Un enorme
esfuerzo, dejando de lado el programa electoral es lo que decidió el gobierno del PP antes de dejar
caer todo al enorme abismo que ante España se presentaba, teniendo presente que en el camino a seguir estaba la necesidad de
reducir los números rojos por debajo del
7% establecido como frontera de exigencia en la comunidad de Bruselas. En el
camino empezado Rajoy se encontró con la soledad como expectativa, la
incomprensión como acompañamiento además de su convencimiento personal y el del PP para seguir aunque fuera con
enormes dificultades.
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Transcurrido un año, ahora ha llegado el
momento de que España exija a la UE la aceleración de los planes acordados para
la recuperación, ahora España tiene que exigir la reversión del estancamiento que atraviesa Europa mirando a la responsabilidad y cohesión. Los planes
puestos en marcha en el camino de la integración europea son importantes, pero hay
que hacerlos realidad.
En esa
exigencia, se puede decir que España le pone deberes a Europa y presenta sus
recetas para salir de la crisis diciendo que hay que ir a una verdadera unión
fiscal, hay que conseguir una verdadera
unión bancaria que hubiera evitado una crisis como la de Chipre, aunque se haya
dado el primer paso con una supervisión bancaria única, es necesario culminar
la reforma del Banco Central Europeo,
hay que recorrer el camino de Políticas efectivas de crecimiento, y más allá
de la austeridad, hay que ir al fomento del empleo juvenil y la actividad de
las pymes, siendo también importante el logro de un mayor reforzamiento de
la unión política europea poniendo
en valor el modelo europeo de sociedad.
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Al camino ha venido más gente a reforzar
esta exigencia, el nuevo Primer Ministro de Italia Sr. Enrico Letta, que nada
más tomar posesión de su cargo dijo: “No podemos
tener una Unión en la que uno va bien y los otros se hunden”
Italia y
Francia se han aliado con un objetivo: poner a la Unión Europea a estimular la
economía y a pensar en los ciudadanos para evitar lo peor: El triunfo del
miedo, de la miseria y del populismo.
La idea es clara,
y revolucionaria aunque la UE esté bloqueada por el rigor y la actitud de acreedor de
Alemania. Este camino empezó a ser recorrido hace unos meses con la
escenificación de reuniones del Presidente Rajoy con el anterior Primer
Ministro Italiano señor Monti y el Presidente de Francia Sr. Hollande.
Recientemente el Ministro de Economía alemán, ha declarado que considera
un «malentendido» afirmar que Alemania ejerce el austericidio mientras otros
apuestan por políticas de crecimiento.