A
principios de Enero de 2.006,
nuestro Arzobispo Monseñor GARCÍA ARACIL participó junto a un centenar de
sacerdotes, en una convivencia tradicional del presbiterio y argumentó que “falta
en la Sociedad un crecimiento en la madurez humana, inversamente proporcional
en muchos casos, al crecimiento en el progreso del desarrollo tecnológico; una
madurez humana con capacidad para decidir y para tomar una postura y para
mantenerla”.
Y creo, que no venía a cuento esta
afirmación de nuestro Arzobispo Don Santiago (por la falta de vocaciones sacerdotales)
durante el tradicional encuentro que cada año se celebra en el Colegio SAN JOSÉ
de Villafranca de los Barros, concebido como un día festivo para cultivar el
buen entendimiento entre los sacerdotes de la Archidiócesis entre sí y con
el propio Arzobispo.
Pero a pesar del respeto que su cargo
representa y de los entresijos, embrollos y misterios que se han producido en
el Vaticano actualmente, como consecuencia de la renuncia de Su Santidad
Benedicto XVI y el advenimiento de Francisco I (con nuevos aires aperturistas) creo
que ha llegado el momento de publicar este artículo que tenía escrito hace ya
mucho tiempo en reserva, (7 años) para emitirlo en su momento y creo que ya ha
llegado ese momento y decía, que deberíamos preguntarnos; desde lo más íntimo y
desde la falta de autocrítica que la
iglesia necesita:
ü
¿Dónde
falta crecimiento en la madurez humana;
en el pueblo sencillo y llano…, en los seglares que colaboran
humildemente con la iglesia…, en los padres de familia que
mayoritariamente trabajan de forma incansable por educar a sus hijos en la ley
de Dios…, o en el “CONO PIRAMIDAL” que conforman el seno
clerical de la Iglesia, (que sigue con los ojos cerrados) y los “CAPILLITAS”
(todos no, naturalmente) de Asociaciones religiosas de todo tipo, Juntas de
Cofradías, Hermandades, etc., etc.,
que pululan alrededor de sus consignas, considerándose autosuficientes con lo que hay
y con lo
que tienen…, como si los
demás no existieran
en el mundo?.
ü
¿Es
que no falta madurez en el seno de la
Iglesia; cuando se siguene madurez an
ciegos la iglesia, amasando riquezas y se siguen manteniendo
los bienes de la misma; aún a sabiendas y reconociendo el hambre
y las necesidades que sufren
millones de seres humanos
en la tierra?. ¿Es la sociedad la que está falta
de madurez, o
es la Iglesia?.
ü
¿O
mantener contra viento y marea, la prohibición del preservativo, cuando están
muriendo millones de ignorantes como consecuencia del SIDA; o el desgarro que están produciendo
los embarazos no deseados, en
niñas todavía del mal llamado
“Tercer Mundo”?.
La Iglesia no
lo ha aceptado
ni permitido, porque mira para
otro sitio; pero la sociedad, ya lo
reconoció hace muchos
años…, aunque ahora otra vez
quieran hacernos confesar con ruedas de molino. ¿Dónde falta
madurez?.
ü
¿En
la Iglesia, que no permite el protagonismo de la mujer, como miembro de la misma que es;
cuando en todas las sociedades del mundo se las está dotando de los
mismos derechos que al
hombre, por ser
persona?. ¿Dónde
falta de verdad la madurez?.
ü
¿Dónde
está la responsabilidad de la Iglesia, se preguntan muchos católicos de los que
todavía por suerte asisten a misa; en la que se está permitiendo por comodidad,
que algunos seglares de dudosa moralidad y ética personal; estén ayudando
a presbíteros suficientes,
para dar la comunión en la
santa misa?. ¿Es que no recuerda
la Santa
Madre Iglesia, que la
mujer del Cesar aparte de ser buena, debe parecerlo?.
Y
así podríamos continuar con muchos más ejemplos para preguntarnos: ¿Dónde falta realmente la madurez humana Don Santiago?.
¿En el pueblo que trabaja para subsistir, en la sociedad tercermundista que se mantiene en la
indigencia y se muere poco a poco sin
decir ni adiós; en la cultura occidental, que soporta sobriamente las
injusticias y la corrupción de todo tipo, o en parte de algunos clérigos, que
no quieren ver la realidad que
les rodea, más que la suya?.
Y
nos consta, que existen tanto clérigos, como seglares, hombres inmejorables que
desean caminar de
forma directamente proporcional al progreso del incremento del bienestar y el desarrollo
tecnológico; y que existen igualmente personas comprometidas, capaces de tomar
posturas y decisiones importantes
y mantenerlas. ¡Claro que
las hay!.
Pero
hay muchos ejemplos para citar…, y lo que de verdad falta, no es madurez en la sociedad civil Don Santiago y pienso
(aunque sea duro decirlo), que es en
la Iglesia, donde hay que
predicar menos -por parte de algunos-, y dar más
amor, más ejemplos, más ayudas y más comprensión; pero sobre todo hacer un buen examen de
conciencia, entrega y humildad, mucha humildad…, para ir en sintonía con la sociedad humana y madura, que desgraciadamente nuestra iglesia
no ve, ó no quiere ver.