Esta noche, a las 22.30 horas, llegan a la plaza de San Jorge las aventuars amorosas de Casanova, en un escenario que se convertirá para la ocasión en la Venecia de 1756, de la mano de Sueña Casanova y de Chema Cardeña, alma de la compañía Arden Producciones, quien firma el texto original de la obra, la dirige y la protagoniza como Giacomo Girolamo Casanova.
No ha habido conquistador de mujeres más célebre que Casanova. Las aventuras amorosas de este caballero veneciano del siglo XVIII han sido glosadas a lo largo y ancho del mundo.
Así, en esa Venecia de mediados del siglo XVIII transcurre la acción de Sueña Casanova. En la prisión del Palacio Ducal, conocida como Los plomos, cumple condena el célebre amante Casanova. El Santo Oficio le ha encerrado por sus actividades masónicas y su comportamiento libertino. Junto a él, el conde Gaetano, al que da vida en la escena Juan Carlos Garés, un hombre visionario y también masón, al que quemaron sus ojos por intentar fugarse de dicha prisión.
Han compartido un año de su vida en la mazmorra, sólo aliviada por la visita de una judía llamada Adila, que encarna Amparo Vayá, que limpia las celdas, como concesión magnánima del Dux Loredan. Casanova no soporta el encierro y Gaetano es el conocedor de la única salida posible de los terribles Plomos de Venecia.
Ambos llegan a un acuerdo. Gaetano confesará a Casanova la salida, pero, a cambio, este último deberá soñar y recordar sus aventuras amorosas a lo largo de toda Europa. Ponen fecha, el 1 de noviembre. Noche de difuntos. Durante tres días, Casanova hará que los ojos del ciego vean, disfruten y participen de tres de sus más endiabladas fechorías amorosas.
Tres mujeres: una casada, una monja y una meretriz de Constantinopla, serán las protagonistas de estas historias. Pero para Gaetano, todas tendrán el mismo rostro. El de una misteriosa Princesa, interpretada por Eva Lezcano, por la que el conde siente verdadera obsesión.
Juntos vivirán estas historias que se convertirán en realidad, merced a la magia del teatro. Y jugarán a ese juego tan tramposo como real. Reirán, se enfrentarán, sufrirán y por fin llegarán al final de un viaje en el que sólo permanecerá la mirada de una hermosa mujer que traerá la paz a la vida del viejo conde y la libertad para Casanova.
