Esto ya trina. Algo se mueve: se ven tablillas nuevas, pero se siguen viendo las viejas. ¿No habíamos quedado en que ya no habría “cotos deportivos de caza”? ¿O es que hay un plazo para cambiarlas y aún no ha concluido? Hay quien diga que hogaño ha llegado más tórtola.
Macutazos. Gracias al cielo porque aún esas criaturas pasen el
estrecho para buscar su hábitat en el encinar ardiente de nuestros pagos.
Antaño, en este mes, íbamos al ultramarinos
de la Sra. Presenta , en Torrejoncillo, y volvíamos cargados de pólvora,
tacos, pistones y munición. Y a recargar se ha dicho. Pero era eso, antaño. Que
quede aquí constancia: Recién, en Madrid, le ha sido concedido el Premio “Jaime
de Foxá” al cazador alburquerquense-cacereño Juancho Viola. El premio dicho es
el más importante del gremio, así que con eso está todo dicho. Juancho ha
pasado por el mundo de la caza dejándonos textos magníficos con los que nos
hemos divertido una barbaridad. Eso no tiene precio. Que sea enhorabuena,
maestro. En fin, último mes de veda, que en el siguiente ya podremos mover los
apechusques, cargar las cananas, echar un vistazo a los cañones y preparar la
bolsa de las ilusiones. Parant venatus in nemus ( ¿o es in nemore?)
