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Con estos primeros días de calor, se
acuerda uno mucho de aquellos calores de otros tiempos, de los que se suele
decir que fueron tiempos mejores, y ahora no nos faltarían razones
  para así creerlo, dado el tiempo de crisis
que se está padeciendo en la sociedad europea a la que pertenecemos.

 

  Jorge Manrique  decía que “cualquier tiempo pasado fue
mejor”, no cabe duda que tiene razón, porque Manrique lo enfrentaba al momento
de dolor por la muerte de su Padre, y naturalmente, cuando su Padre vivía, para
él todos los tiempos fueron mejores.

 

  Pero no
siempre el tiempo pasado ha sido mejor ,y la realidad es  que todos tendemos a idealizar aquellos años
de juventud, entre otras razones porque la vida y sus consecuencias las
administraban los mayores y eran los que tenían que preocuparse del devenir de
las cosas,.. En ocasiones idealizamos el pasado y lo añoramos como perfecto en
contraposición a un presente con dificultades y problemas. Eso es así porque la
mente conserva lo bueno y agradable y olvida lo malo

 

   Aquella
famosa frase de Groucho Marx: “paren el
mundo que me quiero bajar
…. Que al recordarla nos da por pensar que en
alguna ocasión quisiéramos bajarnos de este mundo, pero para subirnos en otro
que no tuviera tantos problemas como los actuales, esto es un carrusel de
locuras, saturado de dificultades, la crisis económica, el alto índice de paro,
la corrupción de algunos y la explotación de otros. Queremos bajarnos de este
carrusel que no hace nada más que dar vueltas y vueltas y no se solucionan los
problemas, porque son enormes y de no fácil solución, como no vayamos todos a
una, a solidarizarnos con los problemas y ejemplarizar nuestras actuaciones.


  Dicen que
cualquier tiempo pasado fue mejor, y reconozco que echo de menos aquellos amigos  que jugábamos a la pelota, con cualquier
pelota, hasta las que nos fabricábamos nosotros y poníamos la portería pintada
en la pared del solar cercano de la calle García Holguín. Recordamos los paseos
de juventud en las tres direcciones del Paseo de Cánovas o haciendo la “rueda”
en la Plaza Mayor, y los guateques con el “picú” aquel de baquelita y las
gaseosas con patatas fritas, esto lo recordamos muchos, porque recordar no es
de viejos sino de gente experimentada y que ya han recorrido un camino, que no
fue mejor pero si fue difícil.

 

Y
si vamos a lo actual, como algo bueno a destacar  es el hecho de que el  primer semestre de 2013 ha señalado con
cierta claridad el inicio de la recuperación económica que se había perdido en
2006. El paro ha bajado, acumulando una caída de más de 276.000 personas en los
últimos 3 meses y se han superado dos crisis europeas: la financiera y la de
deuda exterior, con lo que se aleja la amenaza del rescate, que lo hemos venido
teniendo sobre nuestras cabezas durante todo el año. Y es de señalar el
crecimiento del turismo nacional en el mes de mayo, después de dos años en
situación de decrecimiento.

 

.

 Hace un año, en Europa solo se hablaba de
austeridad; hoy se habla de financiación, empleo y crecimiento. Es un algo
positivo que ya se apunta este verano de 2013 recién estrenado

 

 


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