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LUCES Y SOMBRAS PARLAMENTARIAS

OPINIÓN
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En
una
entrevista
realizada por el director de este periódico al presidente de la Asamblea de
Extremadura, Fernando Manzano, su titular hace balance político y
parlamentario, pasado el ecuador de la legislatura que, aun dejándola al juicio
de la historia, ya califica de antemano como
 «buena».

 

            Llama la atención, en primer lugar,
el empecinamiento de algunos políticos rectores de las dos instituciones más
representativas, pero independientes entre sí, de la Comunidad Autónoma de
Extremadura, en seguir llamándolas por los nombres que no tuvieren en las leyes
y que, aun más, lo justifiquen. Asegura Manzano que «yo detecté en el
minuto uno que el ciudadano asimila mucho más la palabra parlamento», y
afirma que «ha sido muy criticado por ello». ¿Y por qué no lo detectó
su partido cuando, conjuntamente con el PSOE, elaboraron un Estatuto,
refrendado por las Cortes, que en ningún caso habla del «Gobierno» ni
del «Parlamento de Extremadura»  (véase Título II, art. 15), sino que dice que
«la Comunidad Autónoma ejercerá sus poderes a través de la Asamblea, del
Presidente y de la Junta de Extremadura» (art. 15, 1). Ya escribí en el
tristemente desaparecido Extremaduraaldia
(3-11-2011) un artículo titulado «Gobierno y Parlamento», en el que
afirmaba que ambos «son vocablos «ex novo» nacidos de la
voluntad caprichosa de quien deseare cambiar de nombre como de pupitres en
cosas que, como los símbolos, son sagrados y obligan a todos, incluidos, en primer
lugar, a los titulares de las instituciones». No sé de qué se extraña
Manzano y por qué detectó lo que antes había ignorado. No fue él el primero que
apostó por sustituir donde hubiere que haberlo hecho el vocablo «Parlamento»
por Asamblea, sino su antecesor, Juan Ramón Ferreira, quien tras manifestarlo a
la prensa cuando aún se redactaba el Estatuto en la comisión, fue respondido en
el mismo periódico por el que fuera presidente de la Cámara durante las tres
primeras legislaturas (1983-1995), el recientemente fallecido Antonio Vázquez,
quien, tras doce años como presidente, no solo se sorprende, sino que se
muestra claramente en contra de cambiar el nombre y sostiene que el término
Asamblea está consolidado y es suficientemente conocido por la sociedad
extremeña. No se volvió a hablar del asunto hasta que llegaron a la Junta y a
la Asamblea sus nuevos dirigentes, que lo primero que hicieron fue cambiarse de
lugar en el hemiciclo, y no guardar una norma no escrita del parlamentarismo
español, según la cual la derecha se sitúa a la derecha de la presidencia de la
Cámara, y la izquierda, a su izquierda. ¿Y quién autorizó ese cambio de tercio,
señor presidente? ¿No dice usted que la Asamblea es independiente de la Junta,
y en la Cámara manda usted y su órgano de gobierno, la Mesa…? Además, la
terminología que pretenden hacernos meter por los ojos         va también en contra de la Ley
del Gobierno y de la Administración de la Comunidad Autónoma
, Ley 1/2002,
que habla del Presidente de la Junta de Extremadura, de la Asamblea de
Extremadura y de la Junta de Extremadura… No solo no está regulada en las
citadas leyes, sino que la Constitución
Española
se refiere a las Cámaras de las CC AA como Asamblea o Asambleas
Legislativas.

 

            Hay, sin embargo, a pesar de estas
sombras que aletean a diario sobre el quehacer político de nuestra Comunidad Autónoma,
otras luces que, aunque quizá solo las vean los políticos y no el común de los
extremeños, dan lustre a la labor de sus señorías y a la de la Cámara que los
acoge: habla usted de sacar el Parlamento a la calle, pero a él solo se puede
acceder por invitación en actos importantes y, más aún, a veces le es vetada
la entrada
a algunos diputados…, en la casa del pueblo y de todos los
extremeños. La Mesa ya ha salido fuera; pero que salga el Pleno para que se
desarrolle a puerta cerrada…, no sé que les puede reportar eso a los
extremeños. Más luz reportará, como afirma, que los grupos piensen en las
personas, más que en las ideologías; en la retransmisión de los plenos, que por
cierto inició Extremaduraaldía,
diario al que ni le agradecieron los servicios prestados, pero sí a otros más
afines; o que seamos los segundos, tras el Parlamento catalán, en las
conexiones a los plenos; o el ascenso de la intercomunicación a través de las
redes sociales.

 

            Pero más luces que sombras sería que
ustedes hiciesen realidad lo que les piden los ciudadanos en la calle: más
trabajo y acabar con la crisis. Si la minoría, como afirma, les da más trabajo
por la necesidad de pactos en beneficio de los ciudadanos, eso es lo que
realmente importa. Escuchen a la calle, si de verdad les preocupa, como
asegura, «salir de la crisis» y que «la tasa de paro haya bajado
sustancialmente al final de la legislatura». Ese será el verdadero ecuador
de la legislatura: los balances y las cuentas de resultados, al final y no en
él, señor presidente.


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