Digital Extremadura

‘Julio César’: vino, vio y venció

Comparte en redes sociales

El estreno de ‘Julio César’ en la 59º edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida ha dejado un buen sabor de boca a los 1.730 espectadores, que han vivido en sus carnes las consecuencias que tiene el ansia de poder de los hombres, un poder que incluso puede conducir al asesinato por ideales difusos o ideas confundidas.

 [Img #29022]‘Alea iacta est’. Seguramente esta frase,
perteneciente a Julio César, es la que han pronunciado los actores y el director
antes de salir al escenario del Teatro Romano de Mérida.

 

Pero el éxito
que ha cosechado este miércoles ‘Julio César’ no se ha debido a pura y fortuita
suerte del destino, sino que el trabajo bien hecho durante meses se ha notado
con creces y no ha dejado indiferente a nadie.

 

El público,
en estos casos, se convierte en el mejor jurado, y los aplausos incesantes de
los espectadores han hablado por sí solos, espectadores que han sabido apreciar
una puesta en escena brillante, espectacular y grandiosa.

 

A pesar de
haber sido una obra escrita hace 400 años, ‘Julio César’ de William Shakespeare,
contiene rasgos de rabiosa actualidad. Sus personajes y su historia reflejan el
poder y la corrupción que en estos momentos asolan a la sociedad del siglo XXI.

 

Los discursos
claros y sencillos de los ocho personajes masculinos han casado a la perfección
con un vestuario con cierto aire de contemporaneidad atemporal, vestuario del
que se ha encargado Paloma Bomé.

 

El montaje de
‘Julio César’ ha transmitido al público pura energía, que ha emanado
fundamentalmente de la brillante puesta en escena de sus actores, que han
llenado el Teatro Romano de Mérida de violencia verbal.

 

Y es que
según ha manifestado el director de la obra, Paco Azorín, su intención en este
montaje era poner el acento en las palabras, en su fuerza poética y evocadora
y, de manera muy especial, en su capacidad provocadora. Un reto que ha
conseguido.

 

[Img #29023]El lenguaje
verbal ha estado muy bien acompañado por una excelente escenografía,
compuesta  por un obelisco de nueve
metros de altura que simboliza el poder, y una pantalla gigante que ha servido
para incorporar el lenguaje audiovisual.

 

LUCHA POR EL PODER

 

El principal
ingrediente con el que cuenta el espectáculo teatral es la lucha por el poder,
encarnado principalmente en la figura de Mario Gas, quien ha dado vida al
propio Julio César, un político y militar romano que vivió hace más de 2.000
años.

 

La obra de
William Shakespeare, que ha llevado a las tablas Paco Azorín, recrea la
conspiración en contra del dictador romano, su homicidio y sus secuelas.

 

Precisamente,
ha sido Tristán Ulloa el que se ha metido en la piel de Bruto, a quien se le
atribuye el asesinato de Julio César, asesinato que comete con un único
objetivo: “el bien común”.

 

Las palabras
que mejor muestran este supuesto “bien común” han sido las pronunciadas por
Bruto ante el pueblo: “¿Queréis tenedle vivo y morir todos esclavos o preferís
tenedle muerto y vivir todos libres?”

 

[Img #29024]El escenario
del Teatro Romano también ha contado con la gran interpretación de Sergio
Peris-Mencheta en el papel de Marco Antonio, quien ha realizado una actuación
soberbia.

 

A este gran
elenco de actores se han unido los personajes de José Luis Alcobengas (Casio),
Agus Ruíz (Casca), Pau Cólera (Decio), Carlos Martos (Metelo) y Pedro Chamizo
(Octavio).

 

Seguramente
muchos espectadores se han marchado a sus casas haciéndose una pregunta:
¿estamos ante un vil asesinato o ante una defensa de la república romana? La
respuesta es compleja y cada tendrá que extraer sus propias conclusiones.


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *