Digital Extremadura

LOS PUENTES NECESARIOS

OPINIÓN
Comparte en redes sociales

Desde mi
crítica constante a todo lo que me rodea en la actualidad escribo con
preocupación sobre lo que la crisis está dejando aflorar.


Estoy
convencido de que la Democracia que hoy ansiamos muchos de los ciudadanos del
mundo no es la que por ejemplo existe en España, puesto que hoy día manda más
lo que la cúpula de un Partido dicta ó lo que los poderes fácticos quieren,
llámense éstos banca, medios de comunicación, Iglesia, etc.


En efecto,
estamos inmersos en la Sociedad de la Información pero ¿qué tipo de información
recibimos? ¿acaso no es la que el Capitalismo quiere que consumamos sin la
posibilidad de ofrecernos toda la realidad impidiéndonos, a su vez criticar y
discernir debidamente?.


En un estado
democrático como es España cuya soberanía reside en el Pueblo (artículo 1.2. de
nuestra Constitución), es voluntad del mismo saber y conocer todo lo que pasa a
su alrededor y por ello, debemos ser críticos y exigir a todos los que nos
gobiernan sea dentro de España o en cualquier institución internacional que se
nos ofrezca toda la versión de los hechos y más en tiempos como los que estamos
viviendo en los que la grave crisis económica está deteriorando la credibilidad
en las instituciones y por tanto, haciendo posible que dedicarse a la Política
sea algo que una mayoría ve con malos ojos.


Necesitamos
canales de participación más abiertos, diversos y plurales donde sea posible
poder escuchar todas las voces para que sobre todo, nunca nadie pueda decir que
no se dio la oportunidad a que pudiésemos decidir, opinar o hablar sobre un
asunto determinado.


Necesitamos
que de una vez por todas, los medios de comunicación nacionales e
internacionales se pongan al servicio de la ciudadanía sin poner cortapisas a
ninguna opinión siempre que ésta no sea ofensiva, falte al respeto o se base en
el uso del insulto o la descalificación.


España, como
país desarrollado y avanzado que se le presupone, no me parece que esté entre
uno de los que más participación se les dé a la gente llana, a la gente del
pueblo, tanto es así que hoy no puedes llamar a la puerta sino más bien
derribarla hasta conseguir que se te escuche y esa labor es ardua, larga y
muchas veces, lo que ocurre es que esa persona desista en el intento cansado de
esperar a ser escuchado y tenido en cuenta, lo cual es totalmente injusto.


Hablamos de
“grandes medios de comunicación” cuando en realidad, son empresas donde se unen
un conjunto de intereses económicos donde es quien tiene el Capital el que
decide qué información es “buena” y cuál es “mala” y por consiguiente, lo que
esos medios deciden es en realidad, quién pasa el “filtro”, su filtro, haciendo
posible que no salgan a la luz todo aquello que no les es cómodo para sus
intereses, lo cual ya no podemos hablar de periodismo objetivo sino más bien,
“periodismo interesado, sectario y hasta partidista”.


Reconozco que
como yo, hay muchas otras personas que seguro escriben a muchos diarios
nacionales y ven frustradas sus esperanzas de que su artículo salga a la luz y
me vale que se nombre cualquiera de los que salen diariamente a la venta en
nuestros kioscos, lo cual me parece un acto de injusticia grave, intolerable
que va en contra de la libertad de prensa y la libertad de expresión (artículo
20) reconocidas en nuestra Constitución Española.


Acogiéndome
no sólo a la Constitución Española sino también a la Declaración Universal de
los Derechos Humanos que lo destaca en su artículo 19, es un DERECHO que
cualquier ser humano pueda expresar libremente sus ideas, opiniones,
sensaciones y /o sentimientos así pues, considero que mi opinión se ve
claramente reforzada por estos textos legales que me dan la razón y se la
quitan a esos entes privados que son capaces de querernos callar a costa de que
no podamos acceder a la verdadera realidad de las cosas.


Recomiendo a
todos a que seamos críticos y pensemos en aquello que se nos ofrece y seamos
conscientes de que debemos luchar contra esos “gigantes de hierro” que nos
dificultan poder llegar a construir esos puentes necesarios para que fluya el
diálogo y el entendimiento entre los seres humanos para conseguir si no una
vida ideal (dado que no existe) sí al menos una vida más racional, más humana y
algo más justa e igualitaria para los hombres y las mujeres del mundo.


Porque creo
en la libertad de expresión, en la diversidad de opiniones pidamos todos unidos
un mundo más posibilista, construyendo esos puentes necesarios para hacer una
verdadera sociedad del conocimiento y de la información que tanto proclaman de
boquilla los poderes fácticos, pero que nunca o casi nunca convierten en
realidad o si no, nunca podremos hablar de una democracia real y sí lo que hay
ahora, una democracia que favorece a los de siempre y no a los que de verdad se
lo merecen, esto es, a los que trabajan y se esfuerzan a diario por la
justicia, la paz, la libertad y la verdadera convivencia entre todas las
naciones del mundo dentro de un marco democrático que es lo que en realidad, la
mayoría no solo queremos sino que merecemos. 


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *