El pasado sábado se producía el asalto al centro comercial «Westgate» de Nairobi, y en él se encontraba la joven cacereña de 29 años, María Martí, que logró escapar una hora y media después de que comenzara el asalto.
La
joven, que trabaja en un
proyecto de cooperación con mujeres en Kenia, estaba comiendo en un restaurante
cuando oyó una explosión y comenzó un tiroteo, entonces pensó que iba a ser su
último día e «iba a morir todo el mundo».
Toda
la gente llamaba a la familia para despedirse – ha explicado María Martí a Carlos Herrera en su programa Herrera en la onda, de Onda Cero – y la gente empezó
a salir despavorida, “había un revuelo enorme y fue todo una locura».
Martí
y un grupo de gente intentaron escapar por la terraza del primer piso, pero había
disparos y volvieron al restaurante, donde se ocultó junto a otras 30
personas en la cocina, en la que se oían disparos continuamente.
Desde
allí pudo enviar un mensaje de texto a su hermano para contarle lo que estaba
pasando, y creía que era un atentado. Le dijo que estaba allí por si tenía que
localizarla, “porque pensé que me iba a quedar allí».
Los
clientes escondidos en el establecimiento, ha dicho, tenían la sensación de que
había distintos grupos de hombres armados que se iban moviendo de un lugar a otro
y disparando a todo el mundo.
Finalmente
un grupo de personas no uniformadas llegó para rescatarles y conducirles,
corriendo por las escaleras de emergencia, al exterior del edificio.
«Al
salir fuera empecé a llorar y tuve un ataque de ansiedad. Fue tan fuerte que me
cuesta incluso ponerlo con palabras», ha declarado a Carlos Herrera.
María
se encontraba en Nairobi para renovar su visado y tenía que tomar un avión en
la tarde del sábado de vuelta a Turkana, una región del interior de Kenia donde
trabaja en un proyecto de cooperación con mujeres.