En el actual contexto de crisis, muchos mayores están volviendo a asumir responsabilidades, derivadas de la quiebra económica de hijos y según el Consejo Económico y Social de España (CES), más de 420.000 hogares viven gracias a la pensión de los abuelos.
En el
actual contexto de crisis socioeconómica, las personas mayores constituyen uno
de los colectivos más vulnerables. En muchos casos, han pasado a ser el
principal soporte económico y emocional de sus familias: asumen el pago de
hipotecas, la alimentación de los hijos y nietos, el pago de facturas de
materiales escolares, ropa, comedores… Los abuelos han vuelto a ser padres, en
muchos sentidos. Según el Consejo Económico y Social (CES), más de 420.000
hogares viven gracias a la pensión de los abuelos, de un total de 17 millones
de hogares.
En
España, la Cruz Roja atiende a unas 300.000 personas mayores cada año, y a algo más de 14.000 en Extremadura. Un 12
por ciento de ellos tiene familia numerosa a cargo, el 50 por ciento tiene
personas dependientes, con ingresos cada vez más bajos (menos de 500 euros al
mes para el 20 por ciento) y con problemas de salud (un 16% presenta serios
problemas relacionados con enfermedades graves o dependencia). En el caso
concreto de Extremadura, con una población mayor de 65 años de 209.000
personas, se detecta, además que en torno al 40 por ciento precisa ayuda para
la realización de las actividades cotidianas.
Las personas mayores
han sido siempre un colectivo prioritario en los programas de atención de
Institución. Cruz Roja Española es la entidad sin ánimo de lucro que más
recursos destina a este sector de la población. En el contexto actual, la
situación de las personas atendidas ha empeorado, como comprueban diariamente
voluntarios y voluntarias que les apoyan en su día a día, además ha
aumentado el número de personas mayores que por primera vez solicita ayuda a
Cruz Roja.
La precarización de
las condiciones de vida y de la cobertura sociosanitaria y la necesidad de
asumir deudas contraídas por hijos y nietos, de apoyarles económicamente,
e incluso de tener nuevamente a su cargo a hijos y nietos emancipados, hipoteca
de forma seria la vida de muchas personas mayores en nuestro país y no sólo en
términos económicos, sino también emocionales.
«Los
objetivos de Cruz Roja en la atención a los mayores se centran en facilitar que puedan seguir residiendo en su
hogar y evitar la institucionalización, combatir la soledad y el aislamiento,
reforzar las redes sociales y familiares y propiciar un envejecimiento
saludable, favoreciendo la autonomía personal y previniendo la dependencia.
Tratamos de, implicar a la ciudadanía a través del voluntariado y actuando
desde el entorno más próximo a las personas que lo necesitan” destaca Sebastián Calvarro, Presdiente de Cruz Roja
Española en Extremadura.
Uno de los programas con mayor
implementación es la Teleasistencia, un servicio que prestan las
Diputaciones Provinciales de Cáceres y Badajoz, el SEPAD, y algunos
Ayuntamientos, a través de Cruz Roja, así como la propia Institución de forma
privada, y que llega a más de 9.000 mayores en la Región.
Por otro lado, la gestión de Centros de Día, el transporte en vehículos
adaptados, la ayuda a domicilio complementaria, o las acciones para el
envecimiento saludable, componen el abanico de soluciones para las necesidades
de una población caba vez más envejecida. Jutno a ellos, las Nuevas Tecnologías
de la Información y Comunicación (TIC´s),
permiten el desarrollo de sistemas de localización GPS para deterioros
cognitivos leves, videoatención o teleasistencia móvil, entre otros.
Sebastián J. Calvarro, señala que “El
motor de todos estos proyectos es el voluntariado. Las
personas mayores, tienen aquí una presencia decisiva, suponen un porcentaje
significativo de quienes colaboran para sacar adelante los proyectos y
actividades que desarrolla la organización, en una clara muestra de solidaridad
e interés en participar socialmente que queremos destacar en el Día
Internacional de las Personas de Edad”.
