El director
de este medio me invita una y otra vez a escribir algún articulillo, pero lo
que él no sabe, o mejor dicho, casi no sabe es que soy una persona de impulsos
sentimentales y de coraje, y que mis letras salen cuando a mi existencia ha llegado alguna experiencia o
algún sentimiento de gran índole.
En
estos momento me encuentro sentada esperando al bus, pues yo uso en mis
desplazamientos el coche de San Fernando (unos ratos a pie y otro andando) o
medio de transporte público, dígase el bus.
Pues
como iba diciendo, me encuentro en la marquesina del Bus, regreso de la
jubilación de mi compañero JuanMa Cruz, un hombre que es la generosidad
personalizada. Tuve la suerte de conocerlo en el Servicio Territorial de la
Consejería de Asuntos Sociales de Cáceres, era , mi vecino de despacho. No
pertenecía a su Sección, simplemente, me repito, éramos vecinos de despachos,
pero muy pronto me demostró su gran saber hacer a favor del usuario, del
administrado, como a él le gustaba dirigirse, en emplear nuestro esfuerzo y
conocimientos por favorecer y ayudar a todos los usuarios que se dirigían a los
Servicios Sociales. Saber buscar y rebuscar todos los recursos para que al
final el beneficiario fuese el administrado.
Juanma
es y ha sido un gran ejemplo de los miles de empleados públicos que dedican su
tiempo , su esfuerzo y su trabajo por conseguir el estado de bienestar de los
miles de españoles, en este caso extremeños, que necesitan de la Administración
Pública para sobrevivir y para obtener su merecido estado de bienestar, en
contra de las políticas sociales austeras .
Nunca
escatimó en esfuerzos y cuando había que echar la mano y ayudar a un/a
compañero o compañera, ahí estaba él, de lo cual soy testigo en primera
persona.
Y
a nivel personal, son muchas las palabras que podría dedicarle, pero me las
reservo. Sólo recordar aquel día que entró en mi despacho y me preguntó quién
era mi padre, o fue. Yo me quedé sorprendida de esa pregunta. Cuando le
respondí , me contestó ,” hija, fiel reflejo de su padre , no podría ser de
otra manera”. Han sido una de las palabras que más me han enorgullecido a lo
largo de mi vida. Me hizo llorar como lo hago en estos momentos, pero claro, mi
padre sabía de quien rodearse, y Juanma estaba en su amplio círculo.
Gracias
Juanma por enseñarnos tanto a mí como a muchos y muchos compañeros esa forma
tuya de ser Empleado Público. Espero ser y seguir siendo una ejemplar discípula
tuya. Ha sido un gran honor tenerte entre mis compañeros y aunque sé que es
egoísta por mi parte te pido ¡¡¡ No te vaya, te necesitamos ¡!!.
