¿Para qué queremos saber más?
Después de todo,
nadie ha llegado jamás a una certeza
que otro no haya puesto en entredicho.
El tiempo a veces se detiene
como una mosca aletea su fealdad
por esta sala de espera que es la vida,
donde hay funcionarios diligentes
que acusan recibo de todos
nuestros anhelos para luego tirarlos,
uno a uno, al cubo de la basura.