CCOO de Extremadura considera incomprensible que la planta de biodiésel de Valdetorres, una factoría con tecnología punta y 70 millones de euros de inversión, acabe siendo vendida como chatarra por un solo millón de euros, y ha reclamado al Gobierno regional que actué para encontrar otra solución que impida el final de esta industria.
Para
CCOO es realmente lamentable que, con la necesidad que tiene Extremadura de
fábricas y de empleo de calidad, se permita que una inversión de estas
características sea malvendida de esta manera, sin que haya reacción alguna por
parte de la Administración regional, que aportó en su momento dinero público
para levantar y mantener la factoría.
La
planta de biodiesel de Valdetorres, Bioenérgética Extremeña, después de un
concurso de acreedores, ha sido vendida a LYRSA, una empresa con implantación
en España y Portugal dedicada a la compra y procesamiento de chatarra.
Construida
en 2007, llegó a tener 47 personas trabajando en ella con contratos estables y
recibió varios premios internacionales por su tecnología y su capacidad de
producción. Sin embargo, la mala gestión de sus sucesivos propietarios ha
venido provocando que no haya tenido prácticamente actividad estos años.
En
cualquier caso, señalan desde el sindicato, “es una noticia tristísima que unas
instalaciones como éstas sean vendidas para chatarra y no se busque una salida que permita un cambio
de manos a otra empresa que sí tuviera la intención de continuar con la
producción, algo para lo que existían ofertas en el concurso de acreedores”.
CCOO
ha instado al Gobierno regional a actuar para que se mantenga viva la planta y
que indague qué se ha hecho con los millones de euros de subvención que recibió
en su momento Bioenergética Extremeña.
Desde
CCOO se indica que seguirá vigilante sobre el proceso que se inicia a partir de
ahora para ver si es cierto que se pretende convertir en chatarra esta factoría
nueva o se trata al final de una cuestión especulativa.
